cucucuchu
Simdualero de Bronce
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Llevo desde mis primeros smartphone viviendo una realidad; cuanta más pantalla, más procesador y más gráfica, por mucho que aumentasen la batería, menos me duraban, hasta el punto de vivir rodeado de cargadores, baterías adicionales y baterías externas.
Esto llega un momento en que te obsesiona, hasta el punto en que cuando ves el 49% en el indicador ya empiezas a ponerte nervioso y piensas en qué más tienes que hacer en las próximas horas por si te llegará o no con el resto de batería que te queda.
Hace dos meses que tengo el redmi note 3 Pro y, poco a poco, he conseguido perder esa obsesión. Bendito móvil, bendita batería y bendita optimización del sistema operativo.
Sigo viviendo rodeado de cargadores y baterías portátiles, pero ya no tengo la obsesión de utilizarlas porque, al fin, tengo un móvil con el que, el día que sé que lo he usado muchísimo, pero muchísimo y aún más, llegaré al final del día con un sobrado 35 ó 40% de batería.
¡QUÉ GUSTAZO!
Esto llega un momento en que te obsesiona, hasta el punto en que cuando ves el 49% en el indicador ya empiezas a ponerte nervioso y piensas en qué más tienes que hacer en las próximas horas por si te llegará o no con el resto de batería que te queda.
Hace dos meses que tengo el redmi note 3 Pro y, poco a poco, he conseguido perder esa obsesión. Bendito móvil, bendita batería y bendita optimización del sistema operativo.
Sigo viviendo rodeado de cargadores y baterías portátiles, pero ya no tengo la obsesión de utilizarlas porque, al fin, tengo un móvil con el que, el día que sé que lo he usado muchísimo, pero muchísimo y aún más, llegaré al final del día con un sobrado 35 ó 40% de batería.
¡QUÉ GUSTAZO!