Sabias que...

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Expertos en trastornos de ansiedad patológicos han alertado de un crecimiento de esta enfermedad en los adolescentes.

Estas son algunas de las causas que se debaten en el IV Congreso Nacional de Ansiedad y Trastornos Cormórbidos, desde el que han hecho un llamamiento para diseñar estrategias de prevención de esta patología, que se prevé se convertirá en el 2015 en la más incapacitante de las psiquiátricas.

El presidente del congreso y director médico del Instituto Europeo de Neurociencias, Salvador Ros, ha señalado que las estadísticas revelan que entre el 13 y 16% de la población padece ansiedad patológica, aunque este porcentaje podría elevarse hasta el 20 y el 25% si se tienen en cuenta los casos que permanecen ocultos.

La incidencia de la enfermedad en las mujeres es el doble que en los hombres y los más proclives a padecerla son los ancianos y los adolescentes, aunque puede aparecer en todas las franjas de edad.

El incremento que ha experimentado en los últimos años entre los jóvenes el consumo de drogas estimulantes como la cocaína explica la mayor prevalencia de los transtornos de ansiedad en esta etapa de la vida, caracterizada además por los conflictos que genera el paso a la edad adulta y la ruptura con el ámbitos familiar.

Ros ha señalado que el adolescente puede manifestar su ansiedad de forma muy diferente a la del adulto con conductas de oposición, irritabilidad, alteraciones en el sueño y trastornos en la alimentación.

La actual sociedad, que empuja a los adolescentes a competir desde muy temprana edad y en la que se debilita la red social que tradicionalmente amortiguaba los golpes de la vida, como la familia o el vecindario, contribuye a hacer aflorar más casos de trastornos de ansiedad entre los más jóvenes, según los expertos.
 
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Saciedad semántica es un fenómeno psicológico en el que la repetición hace que una palabra o frase para perder temporalmente sentido para el oyente, quien procesa el discurso como sonidos sin sentido repetidos.

La historia y la investigación

La frase "saciedad semántica" fue acuñado por Leon Jakobovits James en su tesis doctoral en la Universidad de McGill, Montreal, Canadá otorgó en 1962. Antes de eso, la expresión "saciedad verbal" había sido utilizado junto con los términos que expresan la idea de la fatiga mental. La tesis en la lista muchos de los nombres de otras personas empleadas, el fenómeno:

"Muchos otros nombres se han utilizado para lo que parece ser esencialmente el mismo proceso: la inhibición, la fase refractaria y la fatiga mental, lapso de significados, disminución de trabajo, la inhibición cortical, la adaptación, la extinción, la saciedad, la inhibición reactiva, estímulo saciedad, reminiscencia, verbal saciedad, y la transformación verbal. "

La tesis presenta varios experimentos que demuestran el funcionamiento del efecto de saciedad semántica en diversas tareas cognitivas, como las palabras de calificación y cifras que se presentan repetidamente en un corto período de tiempo, verbalmente repitiendo las palabras, agrupándolos en conceptos, añadir números después de repetir en voz alta, y traducciones de palabras bilingües repiten en uno de los dos idiomas. En cada caso, los sujetos podrían repetir una palabra o un número de varios segundos, y luego llevar a cabo la tarea cognitiva de usar esa palabra. Se demostró que la repetición de una palabra antes de su uso en una tarea que se hizo la tarea algo más difícil.

La explicación para este fenómeno es que la repetición verbal despertó repetidamente un patrón específico neuronal en la corteza que se corresponde con el significado de la palabra. Rapid repetición hace que tanto la actividad sensoriomotora periférica y la activación neural central para disparar repetidamente, que se sabe que causa la inhibición reactiva, por lo tanto, una reducción en la intensidad de la actividad con cada repetición. Jakobovits James llama a esta conclusión, el principio de "neurosemantics experimentales."


Aplicaciones

La solicitud ha sido reducir la ansiedad discurso de tartamudos creando saciedad semántica a través de la repetición, lo que reduce la intensidad de las emociones negativas provocadas durante el habla.


En la cultura popular:

  • En 1835 Berenice corta historia de Edgar Allan Poe, el protagonista describe un estado mental que le indujo "a repetir monótonamente una palabra común, hasta que el sonido, a fuerza de repetición frecuente, dejó de transmitir alguna idea de lo que la mente".
  • En el episodio de los amigos "El que está con el chico Stoned", el personaje se hace referencia en el título se repite la palabra "Tartaletas 'hasta que él señala que" ha perdido todo su significado ".
  • En el cuento "Stanley Cepillo de dientes" de Terry Carr, el protagonista repite la palabra "plataforma" para sí mismo tantas veces que pierde significado, hasta el punto que todas las estanterías de su casa desaparecen. También exhibe la generación semántica cuando en repetidas ocasiones hablar de algo lo lleva a convertirse en real.
  • Saciedad semántica se utiliza ampliamente en la de Tony Burgess novela Pontypool Changes Everything, así como en la adaptación cinematográfica de la novela.
  • En la serie de libros Guardianes de Ga'Hoole, los jóvenes búhos se ven obligados a repetir sus propios nombres hasta que han perdido todo sentido y los búhos pueden tratar a sus números asignados como sus nuevos nombres.
  • En el episodio de Los Simpson "Radioactive Man", Milhouse se queja de tener que decir eslogan "Jillickers Jiminy" de Fallout Boy tan a menudo que "pierde todo sentido".
  • En Cómo conocí a vuestra madre "del episodio Robin 101", Ted comenta que "todo suena raro si usted lo dice cien veces" y procede a repetir la palabra "blanco" hasta que aparezca confusa.
 
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Durante tu vida dedicarás alrededor de cien mil horas al trabajo. Y si como en el caso de millones de personas, lo haces acudiendo a un lugar determinado, por ejemplo una oficina, entonces sobra decir que pasarás una buena porción de vida en este espacio. Tomando en cuenta lo anterior, es muy importante procurar un entorno laboral agradable y estimulante, ya que no solo tu calidad de vida, también tu salud, estarán significativamente ligadas a esto.

Para determinar la calidad de tu lugar de trabajo, podrías tomar en cuenta variables como la actitud de tu jefe, el ambiente entre tus compañeros, así como condiciones físicas, entre ellas las características del espacio, los sonidos que lo habitan, incluso la misma estética –aquí no puedo evitar recordar esos ecosistemas amarillentos que impregnan de anti-estimulante personalidad ciertas oficinas burocráticas.

Curiosamente, de acuerdo a un estudio publicado en 2011 por la Universidad de Tel Aviv, el ingrediente de tu espacio de trabajo que más pesa sobre tu salud, particularmente en lo que se refiere a la longevidad, es la cordialidad que existe entre las personas que laboran en un mismo sitio.

En la investigación encabezada por Arie Shirom, se monitoreó a lo largo de décadas diversas variables médicas en 820 personas. Paralelamente registraron, de forma periódica, su percepción frente a las condiciones laborales que vivían. Y si bien diversos trabajos científicos han sugerido una correspondencia entre salud y entorno laboral, uno de los primeros descubrimientos que este estudio logró, fue detectar una significativa correlación entre la longevidad de un empleado y la actitud que percibía de sus colegas hacia él.

Los investigadores descubrieron, no sin sorpresa, que aquellos que no recibían apoyo del resto, que no se sentían amigablemente incluidos por el grupo, o que padecían frecuencias poco amables hacia su persona, tenían 2.4 posibilidades más de morir durante el estudio –en contraste con otros factores, también poco deseables pero que no repercutían tan tajantemente en la longevidad, por ejemplo un jefe poco amable.

En este peculiar fenómeno confluyen dos variables interesantes, la influencia de los estados de ánimo, y de la cotidianidad en tu salud física – situaciones que con relativa facilidad se podrían intuir. Pero aún tomando en cuenta esto, no deja de resultar sorprendente el peso que tiene la actitud de una comunidad sobre las expectativas de vida de cualquiera de sus miembros.

En fin, más allá de organizar con tus colegas una excursión el próximo viernes a buscar estrellas fugaces, o que implementen medidas en tu oficina para promover prácticas más cordiales entre el equipo, lo cierto es que estudios como este al menos nos demuestran que una atmósfera agradable, en la cual se favorezca la cooperación y la cordialidad por sobre la competencia, resulta no solo fundamental para el funcionamiento, sino que es un factor incluso vital. Y en la medida que promovamos una cultura que resuene con la noción de que mientras mejor le vaya al grupo, mejor le irá a cada uno de sus integrantes, los resultados serán mucho más estimulantes para todos. Una máxima que, por cierto, bien podríamos aplicar a otros modelos sociales, por ejemplo los habitantes de una ciudad o, por qué no, los de un planeta.
 
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Así es, Japón es un país un tanto diferente a los demás países europeos y de América. Algo muy peculiar es lo que tiene que ver con las propinas.

Dejar propinas en restaurantes, hoteles o cualquier servicio que se haya prestado es considerado mala educación, pues para ellos es como un insulto ya que parece que quien da la propina quiere aparentar superioridad.

De tal modo que en Japón ni es obligatorio ni se espera que los clientes dejen propina. Es más si se deja algunas monedas en la bandeja del cambio, creerán que fueron olvidadas.

Los japonenes no esperan propinas y ni las reciben. Al pedir la cuenta el consumidor, depositarán la factura en una bandeja o cesto, donde se tendrá que dejar el dinero. Los japoneses evitan cualquier contacto físico, y no aceptaran el dinero en la mano. De ahí el porque se saludan inclinándose en lugar de darse las manos.
 

Del blog

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