Un formato de archivo que hace años se utiliza, pero que siempre causa controversia. La descarga de torrents muchas veces se ha asociado a una práctica ilícita, pero no siempre es el caso. Es una herramienta que es muy útil para distribuir archivos de gran tamaño y que puede tener infinidad de usos.​

Pero sin duda uno de los usos más comunes de los torrents es descargar contenido con derechos de autor y es allí donde comienzan los problemas legales. Este sistema es utilizado para acceder a películas, series, vídeos, canciones, libros y otros contenidos que están protegidos por derechos de autor dentro de prácticas que se conocen como “piratería informática”.​

Al tratarse de un área gris dentro de la legalidad cibernética, también debemos tener muy en cuenta la seguridad de los distintos sitios y evitar poner nuestro equipo en riesgo. Es recomendable buscar el mejor torrent en cuanto a su seguridad y fiabilidad para poder sacar provecho de la ventaja de estos archivos sin riesgos para nuestros aparatos o información.​

Realizar descargas por torrent no es una práctica ilegal en sí misma, sino que depende enteramente del contenido descargado. Si mediante un torrent se descargan archivos que cuenten con derechos de autor, como es el caso de la enorme mayoría de los contenidos audiovisuales, entonces sí estarás cometiendo un acto ilícito.​

Esta es una práctica que es ilegal en ciertos países, y que puede tener consecuencias. Por ello, te recomendamos que te informes sobre la normativa de los derechos de autor y la propiedad intelectual vigentes en tu país.​

Sin embargo, utilizar esta herramienta para transferir y descargar archivos de gran tamaño a los que tienes acceso es algo completamente legal y muy útil para ciertas empresas, por ejemplo. Compartiendo ciertos archivos por torrent, las empresas pueden ahorrar en el gasto de una enorme infraestructura de servidores que permitan una descarga directa sin colapsar.​

Al acceder a un sitio torrent, el usuario descarga datos desde un servidor central. Se descargan direcciones a un archivo más grande, que está partido en pequeñas partes y que luego se unirán para formar el archivo final. Por la fragmentación del archivo, la descarga por torrents es igual de rápida que una descarga directa.​

Dentro del mundo online, hay una delgada línea que separa las prácticas legales de las ilegales al lidiar con torrents. Y con el gran aumento del tráfico de torrent en Europa que ha sucedido durante la pandemia del covid, debemos estar más atentos que nunca al utilizar esta herramienta y así asegurar nuestros dispositivos.​

A pesar de que un usuario se conecta de forma anónima a la red de torrent, hay muchos que buscan nuevas barreras de seguridad al tratar con estos sitios y es allí donde entran las VPN o Virtual Private Network. Con esta herramienta, los usuarios pueden conectarse de forma anónima a Internet, ocultar su IP y encriptar toda la información que envían y reciben. Una alternativa muy popular actualmente para cuidar de tu presencia en línea y evitar miradas indeseadas a tu actividad y archivos.​

Aunque ha tenido muy mala fama en el último tiempo, el uso de torrents no es algo completamente malo. Es una herramienta que puede resultar muy conveniente en ciertas situaciones, pero que debe utilizarse con precaución. Además de verificar la legalidad de los archivos descargados, también es recomendable que los usuarios sólo utilicen páginas de torrents confiables y que cuenten con otras medidas que garanticen su ciberseguridad: una VPN, un software de antivirus y un poco de sentido común.​