Desde el lanzamiento del Nokia 808, las técnicas de apilado de imágenes y los nuevos modelos de IA han permitido a los fabricantes exprimir cada vez más la calidad fotográfica con tamaños de sensores mucho más pequeños.
Sin embargo, todo esto son mejoras de software, y si los fabricantes abandonaran su obsesión por los dispositivos delgados, se podrían hacer grandes avances en el hardware de la cámara.
El Nokia 808 no tenía nada de mágico, simplemente priorizaba el hardware de la cámara a la usabilidad ya que tenía un cuerpo de 13,9 mm de grosor.
Xiaomi parece haber seguido ahora una estrategia similar con el recien anunciado Mi 11 Ultra, que mide 8,3 mm sin tener en cuenta la protuberancia de la cámara. Con la protuberancia de la cámara, el teléfono parece ser 2 o 3 mm más grueso.
Con este sensor, se consigue un tamaño de píxel de 1,4 μm (el mismo que el Nokia 808 PureView), que puede llegar a ser de 2,8 μm al utilizar pixel binning.
Hoy en día, ningún teléfono puede salir al mercado sin varias cámaras traseras, por lo que el dispositivo también incluye cámaras de 48 MP con gran angular y zoom óptico de 5 aumentos, ambas con el sensor Sony IMX 586.
La cámara no es lo único especial de este teléfono. El dispositivo cuenta con una parte trasera de cerámica y una pantalla auxiliar que permite tomar selfies utilizando las cámaras traseras. El Mi 11 Ultra sale a la venta por 1.199 euros.
Fuente; Tecknófilo.com