Soy amante del café, no podría trabajar por la mañana sin haberme tomado mi taza o al menos no sabría cómo rendir tanto. Antes de la pandemia empezaba mi día con una rica taza de café recién hecho de la cafetería junto a la oficina, los fines de semana tiraba de mi cafetera italiana pero algo cambió radicalmente mi forma de disfrutar del café, las cápsulas, un día las probé y su sistema me pareció tan práctico que me cautivó – variedad, sabores, aromas a recién tostado sin ningún esfuerzo, introducir la cápsula y apretar un botón para disfrutar de un delicioso café recién hecho. Esto sustituyó primero mi rutina de los fines de semana, aprovechando el tiempo conquistado en tareas de mayor importancia en casa, y posteriormente en el trabajo, ya no era necesario gastar mucho dinero ni ir a la cafetería para tomar un buen expreso.
Tabla de contenido
Así poco a poco caí en la magia del marketing de Nespresso y sus cafeteras automáticas, pasando a tener en poco mas de 2 años 3 modelos diferentes, uno básico de la marca Krups que rápidamente cambié por una oferta de L’OR (competencia de Nespresso) que ofrecía además la versatilidad de un espumador de leche – mismo que debo decir utilicé sólo 2 veces. La tercera máquina me la «regalaron» por comprar una cantidad absurda de cápsulas, mismas cápsulas que guardé organizadamente en la alacena y fue justo allí, en ese preciso instante que empecé a cuestionar mis acciones, viendo esa montaña inmensa formada con cajas con 10 cápsulas de aluminio cada una, hice mis cálculos y me sorprendí a mi mismo no sólo con una si no con dos cifras aterradoras: número de capsulas que he tirado a la basura en 1 año y total de dinero gastado en café desde que pasé del tradicional a las cápsulas.
Mi café se está cargando el medio ambiente …¡Ayuda!
No conforme con eso, investigué sobre el proceso de reciclaje de las cápsulas de café, después de todo no podría ser tan malo, en casa separamos la basura y yo personalmente abría cada cápsula, reciclaba la borna del café para hacer compost y tiraba el aluminio en el contenedor amarillo. Aquí caí en cuenta de mi Error #1, las cápsulas no se reciclan con tanta facilidad, si van a parar al contenedor amarillo las descartarán en la planta de reciclaje por la dificultad que tiene el separar el plástico del aluminio y los restos de material orgánico. De hecho, la gran mayoría de las capsulas que se consumen no se reciclan, acaban en vertederos donde tardarán en el mejor de los casos mas de 100 años en degradarse. Mi café se estaba cargando el medio ambiente.
Vale, que si que Nespresso te dice que le lleves tus cápsulas y ellos se encargan de reciclarlas, ahora seamos honestos ¿Cuántos lo hacéis? ¿Cuantos de vosotros acumuláis una bolsa de cápsulas húmedas en casa hasta que las llevais a reciclar? al principio lo hacía así, pero al guardarlas formaban hongo y empezaban a oler mal, las dejaba llevando sol varios días en la terraza y nada, seguía pasando exactamente lo mismo, por esto empecé a abrirlas y usar el café como compost. Esto se cargó mi beneficio inmediato por el que me pasé a las cápsulas: ahora tengo que gastar tiempo en abrirlas, en procesarlas, y en llevarlas al punto de reciclaje de cápsulas de café más cercano, claro, en coche – gastando combustible, pasaje, etc. Desistí. La solución obviamente no era esta.
Mientras la Unión Europea fomenta la eliminación de los plásticos de un sólo uso, siguen permitiendo la venta de cápsulas de aluminio y plástico igualmente de un solo uso y que no son fáciles de reciclar, de hecho las plantas de reciclaje de las comunidades no lo hacen.
Mi café me está costando mucho dinero…. ¡Ayuda!
Mientras 1 taza de café tostado de excelente calidad cuesta al rededor de 14 céntimos, cada cápsula Nespresso te cuesta 49 céntimos la más económica (tomando ambos precios de las webs respectivas de Incapto y Nespresso). Lo que significa que con cada cápsula de café que consuminos en casa estoy gastando de media un sobre precio de 35 céntimos – en casa nos tomamos entre 3 y 5 tazas al día entre todos así que haremos la media a 4 céntimos y calculemos juntos:
4 x 365 x 0,49 = 715€ al año sólo en café
Ahora el mismo calculo comprando café en grano
4 x 365 x 0,14 = 176€ al año en café en grano
Allí caí en cuenta en el Error #2 ¡estoy tirando el dinero! la diferencia es abrumadora, tengo años gastando unos 539€ de más sólo en café, a lo que hay que sumarle el desplazamiento, transporte, etc.
A esto además se le podrían añadir diferentes variables cómo lo poco que me ha durado la máquina Krups, o lo difícil que es encontrar cápsulas de calidad alternativas, de hecho la única marca que me ha gustado tanto o más que Nespresso había sido L’Or, y tenía los mismos problemas: las cápsulas son caras y muy nocivas para el medio ambiente.
¿Son dañinas las cápsulas de café para la salud?
En este sentido, además tengo mis dudas respecto a lo saludable que puede resultar calentar plástico y aluminio a altas temperaturas y someterlos a niveles de presión bastante elevados. Una búsqueda rápida me lleva a varios artículos de diversos periódicos en España y la ONG Oxfamintermon : El peligro oculto de las cápsulas de café, Cápsulas de café, ¿Son sus materiales tóxicos? ¿Es una cápsula de café una amenaza para el medio ambiente?
Cómo vemos hay bastante literatura al respecto, basta hacer una búsqueda en Google para darnos cuenta de la magnitud del problema, pero entre tanta información descubrí algo realmente aterrador, un monstruo que ni siquiera sabía que existía, el furano – y yo que pensaba que el enemigo era el plástico y el aluminio, resulta que las cápsulas de café tienen furano en concentraciones mas altas que en el café tostado convencional (43-146 nanogramos / mililitro). Esto se debe a que las cápsulas no dejan transpirar al café, el furano se debería volatilizar y escapar pero esto no sucede si tenemos una armadura de aluminio evitando que se pierda este nocivo compuesto. Aunque los límites estén en niveles considerados «seguros» prefiero no jugar a la lotería con mi salud.
Cómo vemos abordan dos de los grandes problemas de estas cómodas monodosis de café a la que estamos ya tan acostumbrados pero que deberíamos replantearnos seriamente.
La solución… sacrificar la comodidad y volver a la cafetera tradicional? … mejor no
Decidí investigar un poco y fue entonces cuando descubrí Incapto, una empresa Española ha desarrollado y comercializa un producto tan innovador como necesario, unas cafeteras superautomáticas que no usan cápsulas si no café en grano, y que además funcionan con apretar un botón – de hecho, siendo honestos, son más fáciles de usar que las de mono dosis de cápsulas de café ya que no hay ni siquiera que estar metiendo y transportando las cápsulas aunque esto parezca una tontería, todo suma.
¿Qué es una cafetera superautomática?
Son la respuesta tecnológica a los problemas anteriormente descritos, hay que eliminar el café en cápsulas, hay que hacer que siga siendo fácil de preparar y que a su vez conserve todo el sabor de un buen café, y hay que hacerlo a un precio razonable. Así han evolucionado las cafeteras a estas maravillas que cuestan poco para lo que son capases de hacer.
¿Cómo funciona una cafetera superautomática?
- Se introduce el café en grano en un contenedor normalmente ubicado en la parte superior de la máquina.
- Se enciende la cafetera.
- Se aprieta un botón
Así de fácil, ya tienes tu café recién molido, recién hecho es cómo magia, pero es mucho más que eso, es saber hacer bien las cosas.
Ventajas de una cafetera superautomática
Son muchas ventajas, de hecho podría (y voy a) escribir un artículo completo sobre todas las ventajas que trae consigo esta nueva generación de cafeteras totalmente automatizadas y que no requieren cápsulas.
Molinillo: un buen café requiere controlar que tan fino trabajará el molinillo los granos
Empecemos por la versatilidad de elegir el punto exacto en el que nos gusta moler el café – mientras mas fino, mas tostado y gustoso, pero según el tipo de grano y los gustos, puede preferirse menos molido con un sabor mas suave – y este punto del molinillo se ajusta girando un control en el deposito de café, muy accesible y fácil de usar.
Otra ventaja obvia es el coste
Incapto vende su propio café y puedes suscribirte a algún plan para que te llegue mes a mes sin preocuparte por ir a comprarlo, es comodidad y tiempo – sus cafés te saldrán aproximadamente en 14 céntimos la taza vs los 49 céntimos que se paga por una cápsula de nespresso.
También puedes comprar la máquina sin suscribirte a ningún plan de cafés y comprar el grano tostado a granel o en el supermercado, según prefieras. La ventaja de suscribirte al café de Incapto es que sabes que la calidad es buena y que te saldrá más económica la cafetera si la compras junto a la suscripción – es una excelente alternativa para no desembolsar mucho dinero, empezar a ahorrar cuanto antes y dejar de cargarnos el medio ambiente con cápsulas mono dosis de café.
La principal razón: cuidar el medio ambiente
Ya hemos hablado mucho del daño medioambiental de las cápsulas de café monodosis. Si te pasas a un sistema de cafetera superautomática como las que comercializa Incapto pasaras a ser parte de la solución. Si buscas un único motivo para dejar de usar cápsulas debería ser este.
Lo natural está de moda
Y esperemos que no sea una moda pasajera, la alimentación natural llegó para quedarse – poco a poco nos movemos hacia hábitos de consumo más naturales y más sostenibles que repercuten directamente no sólo en nuestra salud si no en la salud del planeta. En las cápsulas monodosis no sabemos que hay, ni los niveles exactos de cafeína, ni los niveles de furano, ni cuanto del plástico o aluminio acaba en la infusión.
Con las cafeteras sin cápsulas ni siquiera tienes que plantearte estos aspectos, usarás 100% café, 0% plásticos, 0% aliminio y controlarás exactamente la cantidad de azúcar que llevan tus cafés.
Mi aventura con Incapto
Me puse en contacto con Incapto primero para transmitirles mi preocupación por el destino de las millones de cápsulas de café que se desechan de forma incorrecta y para corroborar con ellos si realmente sus máquinas cafeteras superautomáticas funcionaban como había leido, y me ofrecieron probar una – así en muy poco tiempo tenía en casa una cafetera con la cual experimentar de primera mano lo que para mi está claro es el futuro.
Ya con la cafetera ( y café de cortesía, gracias Incapto) puedo decirles que es uno de los mejores cafés que he probado en la vida, bastó con cogerle el punto exacto al ajuste del molinillo para tener un café cargado de aroma, con buen cuerpo y un sabor tostado que me transporta a mi antigua cafetera italiana que tanto aprecié en su momento, no podría estar mas contento con el cambio.
Para empezar la máquina es super sencilla de utilizar, de hecho solo tiene 3 botones: encendido, café corto, café largo. El agua se recarga mediante un depósito extraible que está elegantemente escondido dentro de un compartimento en su parte posterior y la borra del café va a parar a un deposito abajo, que se extrae cómo un cajón para su descarte o utilización.
La construcción de la máquina denota calidad, pesa bastante pero no ocupa mucho – apenas un poco más que la cafetera de capsulas, pero con un resultado mucho mejor en cuanto a acabados y elegancia.
En lugar de una única y obvia conclusión, prefiero cerrar este artículo con una pregunta simple ¿Te gusta el café? si la respuesta es positiva, te sugiero probar una taza de tu variedad favorita elaborada con una cafetera Incapto, te aseguro que notarás la diferencia para bien respecto a las cápsulas. El resto no hace falta discutirlo, las cápsulas no son una respuesta saludable ni correcta a una necesidad y deberíamos descartarlas a corto plazo en favor de las nuevas cafeteras superautomáticas por tu salud, el medio ambiente y tu dinero.
Deja una respuesta