El de la batería es uno de los temas más recurridos en el mundo de la telefonía móvil. Llevamos ya años exigiendo teléfonos con más autonomía, pero a la vez, también queremos que sean mejores en todo lo demás. Y también llevamos años escuchando todo tipo de teorías sobre la batería.
Teorías que en muchos casos se convierten en mitos, ya que tienen poco de real, pero mucha gente se ha encargado de convencernos de lo contrario. Hoy nos hemos puesto el mono de trabajo para desmentir siete mitos sobre la batería, que probablemente muchos de vosotros os creéis a pies juntillas. ¡Vamos allá!
- Dejar tu móvil cargando toda la noche es malo
Y si fuera el caso, la batería probablemente empezaría a sufrir problemas mucho antes de que estuviera cargada al máximo de su capacidad. Sea como sea, los smartphones hoy en día son lo suficientemente “smarts” como para hacer una gestión correcta de la energía. Por tanto, mito desmentido.
- Debes dejar que se descargue completamente para cargarla
El segundo mito guarda una íntima relación con el primero. Son muchos los usuarios que creen que es necesario dejar que se descargue por completo la batería antes de volver a cargarla, o de lo contrario, irá perdiendo capacidad a medida que no lo hacemos. Y si bien este pensamiento podía tener sentido con las baterías antiguas de níquel y el famoso efecto memoria, con las actuales de iones de litio el problema no existe.
Cargues cuando cargues tu batería, ya sea cuando le quede un 20%, ya sea cuando le quede un 80%, nunca se “olvidará” de cuál es su máxima capacidad. Sí que es verdad que con el paso del tiempo van perdiendo capacidad (todo se gasta en esta vida), pero se dice que incluso después de unos cuantos años, estas baterías son retener más del 80% de su capacidad, lo cual no está nada mal, sobre todo teniendo en cuenta que muchísimos usuarios cambian de teléfono cada pocos años, y algunos cada pocos meses.
- La carga rápida perjudica la vida de las baterías
Quizás, si comparamos a más años, por ejemplo cinco, sí que se note algún efecto de la carga rápida pero, ¿cuánta gente tiene no cambia su smartphone en cinco años? Además, es muy probable que en ese tiempo fallen otras muchas cosas antes que la batería.
- Siempre debes usar el cargador oficial del teléfono
Eso sí, siempre debes fijarte en que compras cargadores de marcas con buena reputación, y tampoco está de más echar un vistazo al voltaje y los amperios de los mismos, para cerciorarnos de que estamos comprando lo que necesitamos. Si tu teléfono tiene USB tipo C, hay que tener especial cuidado con el cable que elijas, y es que algunos podrían cargarse tu teléfono.
- Cerrar las apps constantemente ahorra batería, y los task killers
Esto nos lleva a hablar de las típicas aplicaciones task killer. Quizás hace unos años tenían sentido, porque Android no era capaz de manejar de forma tan solvente los recursos para las aplicaciones, unos recursos que, dicho sea de paso, eran mucho más escasos. Pero hoy en día, con un software bastante más maduro, e incluso con modos inteligentes dedicados en exclusiva a la administración de energía, han dejado de tener sentido, e igual que cerrar las apps constantemente de forma manual, también pueden ser perjudiciales para la autonomía.
Dicho esto, también hay que tener en cuenta que hay aplicaciones que no están lo suficientemente bien optimizadas, y por tanto pueden estar consumiendo una cantidad de energía fuera de lo normal, debido a algún bug u otro error. En este caso, lo que debemos hacer es irnos a los ajustes de las aplicaciones y forzar su cierre, o desinstalarla directamente.
- Desactivar Wi-Fi, Bluetooth y la localización mejoran mucho la autonomía
Las conexiones inalámbricas solían drenar bastante las baterías, pero hoy en día gracias a los avances tecnológicos, se ha conseguido que consuman realmente poco, y lo mismo ocurre con los servicios de localización. No te preocupes demasiado por las conexiones que tienes abiertas o los servicios que tienes activados, ya que lo que realmente drena tu batería son otros elementos, como la pantalla, evidentemente. Desactivando muchas cosas seguramente notaremos algo más de autonomía pero, ¿merece la pena estar continuamente pendiente de lo que tenemos activado o no, por unos pocos minutos más? ¡Para eso cómprate un teléfono de los de antes!
- Usando 4G gastamos más batería
Por ejemplo, si queremos ver una película en streaming, por 4G se cargarán mucho antes (o debería si tenemos buena cobertura), y probablemente ni veremos el dichoso letrero de “buffering”, que vía 3G es más probable que aparezca. Por tanto, como por 4G la carga será mucho más rápida, podremos estar antes disfrutando de la película, y el proceso de descarga estará menos tiempo consumiendo energía.
Sea como sea, en este caso hay comentarios de todo tipo. Hay gente que dice que el 4G le gasta mucha más batería, otros dicen que incluso han notado una mejor autonomía que con 3G, y otros, como es mi caso, que no notamos la diferencia. Eso sí, hay que tener en cuenta la cobertura en cada caso. Lógicamente, cuanto mejor sea la señal que llega a nuestro teléfono, menos batería gastará al conectarse.
Fuente: 7 mitos sobre la batería de tu teléfono en los que probablemente crees