GregorioS
Diamante
Estamos asistiendo a una semana caótica en política internacional con una persona protagonizando todas las críticas: Donald Trump. No hace falta mencionar la controversia de sus primeras decisiones además de la generada por la más que discutible campaña presidencial. El ámbito científico y tecnológico está en pie de guerra ante sus ideas anticuadas. Y el agua está llegando a empresas tan fuertes como Google.
Cómo los móviles han influido en las elecciones de USA
No es ningún secreto que las compañías multinacionales emplean equipos de todas las necesidades y razas. Es precisamente la comunión de las ideas, conocimientos e ingenios lo que hace avanzar a estas empresas; teniendo un buen ejemplo en Google. Además de Sundar Pichai, indio de nacimiento, una buena parte de sus ejecutivos e ingenieros poseen nacionalidades que han sido vetadas en la primera decisión en torno a temas migratorios firmada por Trump. Google ha expresado su preocupación.
Sundar Pichai critica la decisión de Trump en un correo
El correo electrónico que ha enviado el líder de Google ha sido analizado por The Wall Street Journal. En él Sundar expresa su preocupación por la orden presidencial de impedir la entrada a Estados Unidos de personas de 7 países con creencia religiosa mayoritariamente musulmana: Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. Sundar está preocupado por que sus empleados con dichas nacionalidades encuentren obstáculos para su convivencia en el país, incluidas sus familias.
“Estamos preocupados por el impacto de la orden [de inmigración] y por cualquier propuesta que pueda imponer restricciones a los empleados de Google y sus familias; o que pueda crear barreras en la intención de traer talento a Estados Unidos”.
Sundar Pichai añade que “… es doloroso ver el coste personal que tiene la orden presidencial en sus colegas”.
Google es una empresa de altísimo nivel que, al igual que el resto de tecnológicas y corporaciones multinacionales, engloba talento con independencia del origen personal. Pude constatarlo personalmente: en mi visita a las instalaciones de Google en Mountain View aprecié el excelente ambiente de trabajo y hermanamiento de todos los empleados. Es un ejemplo de cómo el trabajo en equipo, y sin ningún tipo de discriminación, estimula la obtención de los grandes resultados. Algo que Trump se ha empeñado en no ver.
Al menos 187 empleados de Google habrían tenido ya problemas con la nueva orden de Trump
Debido al cierre de fronteras con los países afectados por la orden de Trump, al menos 187 empleados de Google habrían tenido problemas de entrada. Los aeropuertos estarían ya aplicando el veto a los ciudadanos de los países afectados. Y trabajadores con la tarjeta verde de Estados Unidos, válida anteriormente para vivir y trabajar en el país hasta el momento de entrar en vigor la nueva orden de inmigración, han comprobado como ya no les habilita la permanencia en Estados Unidos.
La tecnología no tiene fronteras, quienes la crean y usan tampoco
No seré yo el que inicie un debate político, pero sí me gustaría terminar con una reflexión. Nadie debería ser juzgado ni por su nacionalidad ni por su color de piel, religión que profesa, gustos o cualquier otro aspecto. La generalización sólo lleva a la injusticia. Como decía antes, la única manera de avanzar es haciéndolo todos juntos, sin diferencias. Y que un gobierno tan poderoso imponga criterios acusadores de manera indiscriminada no debería permitirse.
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Cómo los móviles han influido en las elecciones de USA
No es ningún secreto que las compañías multinacionales emplean equipos de todas las necesidades y razas. Es precisamente la comunión de las ideas, conocimientos e ingenios lo que hace avanzar a estas empresas; teniendo un buen ejemplo en Google. Además de Sundar Pichai, indio de nacimiento, una buena parte de sus ejecutivos e ingenieros poseen nacionalidades que han sido vetadas en la primera decisión en torno a temas migratorios firmada por Trump. Google ha expresado su preocupación.
Sundar Pichai critica la decisión de Trump en un correo
El correo electrónico que ha enviado el líder de Google ha sido analizado por The Wall Street Journal. En él Sundar expresa su preocupación por la orden presidencial de impedir la entrada a Estados Unidos de personas de 7 países con creencia religiosa mayoritariamente musulmana: Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. Sundar está preocupado por que sus empleados con dichas nacionalidades encuentren obstáculos para su convivencia en el país, incluidas sus familias.
“Estamos preocupados por el impacto de la orden [de inmigración] y por cualquier propuesta que pueda imponer restricciones a los empleados de Google y sus familias; o que pueda crear barreras en la intención de traer talento a Estados Unidos”.
Sundar Pichai añade que “… es doloroso ver el coste personal que tiene la orden presidencial en sus colegas”.
Google es una empresa de altísimo nivel que, al igual que el resto de tecnológicas y corporaciones multinacionales, engloba talento con independencia del origen personal. Pude constatarlo personalmente: en mi visita a las instalaciones de Google en Mountain View aprecié el excelente ambiente de trabajo y hermanamiento de todos los empleados. Es un ejemplo de cómo el trabajo en equipo, y sin ningún tipo de discriminación, estimula la obtención de los grandes resultados. Algo que Trump se ha empeñado en no ver.
Al menos 187 empleados de Google habrían tenido ya problemas con la nueva orden de Trump
Debido al cierre de fronteras con los países afectados por la orden de Trump, al menos 187 empleados de Google habrían tenido problemas de entrada. Los aeropuertos estarían ya aplicando el veto a los ciudadanos de los países afectados. Y trabajadores con la tarjeta verde de Estados Unidos, válida anteriormente para vivir y trabajar en el país hasta el momento de entrar en vigor la nueva orden de inmigración, han comprobado como ya no les habilita la permanencia en Estados Unidos.
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No seré yo el que inicie un debate político, pero sí me gustaría terminar con una reflexión. Nadie debería ser juzgado ni por su nacionalidad ni por su color de piel, religión que profesa, gustos o cualquier otro aspecto. La generalización sólo lleva a la injusticia. Como decía antes, la única manera de avanzar es haciéndolo todos juntos, sin diferencias. Y que un gobierno tan poderoso imponga criterios acusadores de manera indiscriminada no debería permitirse.
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