Aunque Samsung ya habría dado casi por finalizado el caso Galaxy Note7 con la cancelación del desarrollo del dispositivo, así como con la devolución de los terminales por parte de los usuarios, a día de hoy aún continuamos descubriendo nuevas noticias que nos acercan un poco más a poder conocer la causa que ha llevado a Samsung a, además de sufrir pérdidas millonarias, tener que afrontar uno de los mayores problemas conocidos relacionados con la telefonía móvil.

Hoy, gracias a la gente de Phone Arena, podríamos haber conocido la que sería la causa principal de esta incidencia sufrida por los Samsung Galaxy Note7 de alrededor de todo el mundo, y es que todo parece indicar que el principal culpable de todo este lío sería el particular y atrevido diseño con el que cuenta el Galaxy Note7 de Samsung. Te contamos por qué.

Samsung Galaxy Note7: un diseño tan bonito, como peligroso


Tal como ya sabíamos, el diseño del Samsung Galaxy Note7 es completamente simétrico en sus dos caras, esto significa que tanto en el panel de vidrio trasero, como en el delantero, nos encontramos con exactamente la misma curva, lo cual, si bien es cierto permite una ergonomía superior, y ofrece un aspecto premium y elegante al dispositivo, no parece ser lo más indicado para que la batería del terminal cumpla su función correctamente.

Y es que tal como se indica, y como podemos observar en la imagen sobre estas líneas, el Samsung Galaxy Note7 cuenta con la curva más empinada introducida por Samsung en una pantalla hasta ahora, lo cual, sumado a que este es el terminal de la gama Note más delgado hasta la fecha, sumado a que el interior del terminal cuenta con un espacio exclusivo para el S-Pen, habría obligado a SDI, compañía encargada del desarrollo de la primera remesa de baterías del dispositivo a tener que unir excesivamente las placas de aislamiento que separan el ánodo del cátodo de la batería, lo que se ve traducido en una posibilidad muy alta de colapso bajo presión, seguido de un cortocircuito, seguido de, cómo no, las fugas térmicas que tanto hemos observado durante estas semanas.



Pero por si fuera poco, además, se han descubierto varios defectos en los embalajes de las celdas de la batería y en el recubrimiento del electrodo negativo, algo que, aunque no debería influir directamente a las explosiones causadas, sí que podrían suponer un peligro real en algunos casos concretos, sobre todo si existe presión bajo las celdas.

Y justo aquí, es donde entraría el culpable del caso, pues la curvatura a ambos extremos de los paneles de cristal del dispositivo causarían una presión por encima de lo normal en las celdas de la batería, que se vería traducida en las combustiones de la batería que Samsung tuvo que afrontar realizando una primera retirada de los dispositivos.

Lo que por ahora se desconoce, es la causa que habría obligado a Samsung a tener que llevar a cabo una segunda retirada, con la consiguiente cancelación del desarrollo del dispositivo. Y aunque existen rumores que indican que estaríamos de nuevo ante una partida de baterías defectuosas, no existe aún una explicación oficial por parte de Samsung o de la compañía encargada del desarrollo de las baterías que nos permita comprender la razón por la que un dispositivo que lo tenía todo para ser el rey, ha acabado enterrado en sus propias cenizas.

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Una posibilidad o teoría mas.
Una pena ...pues la gama del móvil es todo un referente para mucho usuarios

Galaxy Note 7 ,en España acaba de prohibir ese movil,por su alto contenido explote a los usarios.