Un reciente informe sugiere que Netflix tuvo acceso a los mensajes privados de los usuarios de Facebook, desatando un torrente de preocupaciones sobre la privacidad y las prácticas de datos entre gigantes tecnológicos.
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Un vínculo «especial» entre gigantes
Según el informe, Netflix y Facebook compartían una relación bastante cercana, al punto de que Facebook habría reducido la inversión en su propio servicio de video, Facebook Watch, para evitar competir con Netflix. Esto último, conocido por ser uno de los principales anunciantes en la plataforma de Zuckerberg.
Acceso privilegiado y polémica
La controversia se centra en que Netflix, mediante el uso del API de bandeja de entrada de Meta, habría tenido «acceso programático» a los mensajes privados de los usuarios de Facebook. Este tipo de acceso, presumiblemente permitiría a Netflix una ventana directa a las conversaciones privadas de millones, generando un debate feroz sobre la ética y legalidad de tales prácticas.
Respuestas y reacciones
La situación se intensificó cuando Elon Musk, conocido por sus comentarios provocativos, amplificó el informe con respuestas como «Wow» y «Yup», añadiendo leña al fuego de la indignación pública.
En respuesta a estas alarmantes afirmaciones, Meta ha salido al paso. Andy Stone, el director de comunicaciones de la compañía, calificó las acusaciones de «increíblemente falsas», argumentando que el acuerdo entre Netflix y Facebook estaba diseñado simplemente para permitir a los usuarios compartir con sus amigos en Facebook lo que estaban viendo en Netflix, una práctica que describió como común en la industria.
Déjà vu: antecedentes de controversias
Esta no es la primera vez que Facebook se encuentra en el ojo del huracán por acusaciones similares. The New York Times reportó en 2018 que tanto Netflix como Spotify tenían la capacidad de leer mensajes privados, alegaciones que Meta también negó en su momento.
Conclusiones
Con la privacidad de los usuarios como piedra angular de la confianza en plataformas digitales, este informe plantea serias preguntas sobre los límites de las colaboraciones entre grandes corporaciones tecnológicas y el resguardo de la información personal.
A medida que la historia se desarrolla, tanto usuarios como reguladores estarán atentos, buscando claridad en un asunto que toca la esfera más íntima de la interacción digital: la privacidad de nuestras conversaciones.
¿Estamos ante un malentendido o una violación de confianza a gran escala? La comunidad espera respuestas.
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