dinsal
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El cese de operaciones de Happy Móvil es la última muestra de que la purga de virtuales continúa y que, por el momento, está lejos de acabar.
En menos de un año el mercado de la telefonía se ha despedido de tres decanos de este segmento: Carrefour Móvil, que fue el primer OMV que arrancó en España (llegó a finales de 2006, unas semanas antes que Yoigo), Eroski Móvil y, ahora, le toca el turno a Happy Móvil. Además durante este año también ha dicho adiós Jazzcard Móvil, la marca prepago de Jazztel.
Y es que sus respectivos catálogos se habían ido quedando desactualizados; el hecho de que no hubieran actualizado sus redes para ofrecer servicios 4G; la imposibilidad o la falta de interés por ofrecer tarifas convergentes.
En el mercado todavía sobreviven varios OMV que prosiguen un tortuoso camino repleto de baches. ¿Hasta dónde pueden llegar si no adoptan medidas urgentes?
Nos referimos a FreedomPop y MovilDia, cuya situación no invita a pensar que puedan tener demasiado recorrido. Aunque ambas marcas son muy distintas entre sí y las razones de que se hallen en una situación de debilidad también es distinta.
La travesía de FreedomPop en España nunca ha sido un camino de rosas. Este operador de origen norteamericano irrumpió con un modelo muy disruptivo y nunca visto en nuestro país: ofrecer una tarifa de voz, Internet móvil y SMS gratuita todos los meses y con varios planes de pago, pero con precios muy agresivos.
Generó mucha expectación y tuvo una excelente acogida, muy superior a la que la misma marca había tenido en Reino Unido. Sin embargo, las burbujas pronto se esfumaron y FreedomPop tuvo que hacer frente a numerosos escollos, cambios y problemas.
El último gran mazazo llegó el pasado mes de marzo, cuando el operador decidió poner a su principal seña de identidad: fulminar su tarifa gratuita e incrementar la cuota mensual de casi todos los planes de pago.
La razón que esgrime FreedomPop para adoptar esta drástica decisión es el elevado índice de abusos detectado en el mercado español en comparación al del resto de países en los que la compañía también está presente.
Un problema que, según explica el operador, llegaba desde diferentes cauces.
El primero corresponde al de los usuarios que solicitaban varias tarjetas SIM con la tarifa gratuita con el objetivo de inflar la capacidad de Internet móvil de una de ellas (gracias al regalo que hacía el OMV por captar nuevos números).
La otra corriente de fraude estaba, siempre según las explicaciones del OMV, en que algunos usuarios aprovechaban para hacer negocio revendiendo esas líneas hinchadas.
FreedomPop optó entonces por cortar de raíz y, hasta el momento, la compañía confía en que se calmen las aguas simplemente con el mero paso del tiempo.
El operador retocó su web eliminando su principal reclamo: el que aseguraba ser el operador “100% gratuito”.
Por otra parte, la última actualización de tarifas, sin novedades con respecto a las anunciadas el pasado mes de marzo, no se actualizó hasta cuatro meses después (a principios de julio).
¿Pensáis que caerá alguna u tra de estas OMVS antes de que acabe el año?.
En menos de un año el mercado de la telefonía se ha despedido de tres decanos de este segmento: Carrefour Móvil, que fue el primer OMV que arrancó en España (llegó a finales de 2006, unas semanas antes que Yoigo), Eroski Móvil y, ahora, le toca el turno a Happy Móvil. Además durante este año también ha dicho adiós Jazzcard Móvil, la marca prepago de Jazztel.
Y es que sus respectivos catálogos se habían ido quedando desactualizados; el hecho de que no hubieran actualizado sus redes para ofrecer servicios 4G; la imposibilidad o la falta de interés por ofrecer tarifas convergentes.
En el mercado todavía sobreviven varios OMV que prosiguen un tortuoso camino repleto de baches. ¿Hasta dónde pueden llegar si no adoptan medidas urgentes?
Nos referimos a FreedomPop y MovilDia, cuya situación no invita a pensar que puedan tener demasiado recorrido. Aunque ambas marcas son muy distintas entre sí y las razones de que se hallen en una situación de debilidad también es distinta.
La travesía de FreedomPop en España nunca ha sido un camino de rosas. Este operador de origen norteamericano irrumpió con un modelo muy disruptivo y nunca visto en nuestro país: ofrecer una tarifa de voz, Internet móvil y SMS gratuita todos los meses y con varios planes de pago, pero con precios muy agresivos.
Generó mucha expectación y tuvo una excelente acogida, muy superior a la que la misma marca había tenido en Reino Unido. Sin embargo, las burbujas pronto se esfumaron y FreedomPop tuvo que hacer frente a numerosos escollos, cambios y problemas.
El último gran mazazo llegó el pasado mes de marzo, cuando el operador decidió poner a su principal seña de identidad: fulminar su tarifa gratuita e incrementar la cuota mensual de casi todos los planes de pago.
La razón que esgrime FreedomPop para adoptar esta drástica decisión es el elevado índice de abusos detectado en el mercado español en comparación al del resto de países en los que la compañía también está presente.
Un problema que, según explica el operador, llegaba desde diferentes cauces.
El primero corresponde al de los usuarios que solicitaban varias tarjetas SIM con la tarifa gratuita con el objetivo de inflar la capacidad de Internet móvil de una de ellas (gracias al regalo que hacía el OMV por captar nuevos números).
La otra corriente de fraude estaba, siempre según las explicaciones del OMV, en que algunos usuarios aprovechaban para hacer negocio revendiendo esas líneas hinchadas.
FreedomPop optó entonces por cortar de raíz y, hasta el momento, la compañía confía en que se calmen las aguas simplemente con el mero paso del tiempo.
El operador retocó su web eliminando su principal reclamo: el que aseguraba ser el operador “100% gratuito”.
Por otra parte, la última actualización de tarifas, sin novedades con respecto a las anunciadas el pasado mes de marzo, no se actualizó hasta cuatro meses después (a principios de julio).
¿Pensáis que caerá alguna u tra de estas OMVS antes de que acabe el año?.