dinsal
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No hay mes en el que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no abra un expediente, sancione o multe a algún operador de telecomunicaciones. Pocas compañías se libran de este ojo avizor. Ni siquiera las empresas más modestas como FreedomPop y Parlem.
Ambos operadores acaban de ser multados por el organismo regulador con 45.000 euros en conjunto por el incumplimiento de sus obligaciones en materia de numeración. La multa llega a raíz del registro de un escrito de la Asociación de Operadores para la Portabilidad (AOPM) que solicitó a Competencia “revisar la forma en la que FreedomPop estaba ofreciendo sus servicios a clientes del mercado español”, y, de paso, valorar “si FreedomPop debía modificar la forma en la que ofrece sus servicios para adecuarse al marco regulatorio aplicado al resto de operadores”.
Pero, ¿cuál era la forma en la que FreedomPop estaba ofreciendo sus servicios y por la que la AOPM se quejó?
En 2016, la llegada de FreedomPop inauguró en España un nuevo modelo de negocio. La compañía se convertió en el primer operador freemium de nuestro país, algo que llamó mucho la atención en el sector. Sin embargo, su forma de operar era distinta a la de un operador virtual convencional.
Orange, Dialoga y Opera, también multadas. Además de FreedomPop y Parlem otras tres empresas tendrán que hacer frente a una sanción por infringir las condiciones de atribución y otorgamiento de los recursos de numeración. En este caso, la deuda a pagar este trío de compañías es de 119.200 euros.
La compañía ofrecía cobertura a través de un acuerdo de roaming internacional con otro OMV, Three, desde Reino Unido, por lo que la compañía utilizaba indirectamente las redes de varios operadores españoles como Orange, Movistar y Yoigo, un hecho que también condujo a una serie problemas con Telefónica.
Pero ahí no termina esta compleja historia. FreedomPop en aquel momento no solo carecía de un acuerdo directo de red, sino que tampoco tenía un rango de numeración asignada. Una ausencia que cubrió gracias a una alianza con el OMV catalán Parlem, que le proporcionó los números móviles que necesitaban sus usuarios que se daban de alta.
Ante esta forma de actuar la AOPM solicitó estudiar el caso y el 28 de junio de 2017 se incoó unprocedimiento sancionador contra FreedomPop y Parlem. En concreto, la Comisión consideró, a su juicio, que de los hechos indicados “se desprendían indicios de que FeedomPop pudiera estar empleando numeración atribuida para otro servicio sin la correspondiente autorización administrativa”.
La apertura de este proceso no llegó en el mejor momento para FreedomPop, que además de este frente abierto por parte de la CNMC, también había tenido que lidiar con varios problemas en la prestación de sus servicios meses antes.
Pero la multinacional norteamericana reaccionó rápidamente y apenas un par día después de conocer la apertura del expediente sancionador de Competencia, se convertió en un OMV convencional, lo que requirió que todos sus usuarios tuvieran que reemplazar sus respectivas tarjetas SIM -previo pago de su importe, la llegada del 4G y la desaparición de algunos servicios (como el uso ilimitado de WhatsApp o el roaming sin sobrecostes).
Aun así, ambos operadores no se han librado de ser sancionados por Competencia. En concreto, FreedomPop tiene que hacer frente a una multa de 25.000 euros, que finalmente se ha reducido a 15.000 euros.
En el caso de Parlem, la compañía fue multada inicialmente con 50.000 euros aunque, finalmente, la sanción que debe abonar se queda en 30.000 euros.
La razón de esta rebaja en la multa es que ambos operadores reconocieron su responsabilidad y procedieron al pago de la sanción propuesta por la Comisión.
No obstante, a pesar de su reconversión a OMV tradicional, no se puede decir que FreedomPop haya sabido encontrar su sitio en el mercado español. Además de esta multa de Competencia, la compañía ha tenido que hacer frente a una importante fuga de clientes después de fulminar su plan gratuito, su principal reclamo y valor diferencial.
¿Pensáis que las multas podrían repercutir en un aumento de tarifas?...
Ambos operadores acaban de ser multados por el organismo regulador con 45.000 euros en conjunto por el incumplimiento de sus obligaciones en materia de numeración. La multa llega a raíz del registro de un escrito de la Asociación de Operadores para la Portabilidad (AOPM) que solicitó a Competencia “revisar la forma en la que FreedomPop estaba ofreciendo sus servicios a clientes del mercado español”, y, de paso, valorar “si FreedomPop debía modificar la forma en la que ofrece sus servicios para adecuarse al marco regulatorio aplicado al resto de operadores”.
Pero, ¿cuál era la forma en la que FreedomPop estaba ofreciendo sus servicios y por la que la AOPM se quejó?
En 2016, la llegada de FreedomPop inauguró en España un nuevo modelo de negocio. La compañía se convertió en el primer operador freemium de nuestro país, algo que llamó mucho la atención en el sector. Sin embargo, su forma de operar era distinta a la de un operador virtual convencional.
Orange, Dialoga y Opera, también multadas. Además de FreedomPop y Parlem otras tres empresas tendrán que hacer frente a una sanción por infringir las condiciones de atribución y otorgamiento de los recursos de numeración. En este caso, la deuda a pagar este trío de compañías es de 119.200 euros.
La compañía ofrecía cobertura a través de un acuerdo de roaming internacional con otro OMV, Three, desde Reino Unido, por lo que la compañía utilizaba indirectamente las redes de varios operadores españoles como Orange, Movistar y Yoigo, un hecho que también condujo a una serie problemas con Telefónica.
Pero ahí no termina esta compleja historia. FreedomPop en aquel momento no solo carecía de un acuerdo directo de red, sino que tampoco tenía un rango de numeración asignada. Una ausencia que cubrió gracias a una alianza con el OMV catalán Parlem, que le proporcionó los números móviles que necesitaban sus usuarios que se daban de alta.
Ante esta forma de actuar la AOPM solicitó estudiar el caso y el 28 de junio de 2017 se incoó unprocedimiento sancionador contra FreedomPop y Parlem. En concreto, la Comisión consideró, a su juicio, que de los hechos indicados “se desprendían indicios de que FeedomPop pudiera estar empleando numeración atribuida para otro servicio sin la correspondiente autorización administrativa”.
La apertura de este proceso no llegó en el mejor momento para FreedomPop, que además de este frente abierto por parte de la CNMC, también había tenido que lidiar con varios problemas en la prestación de sus servicios meses antes.
Pero la multinacional norteamericana reaccionó rápidamente y apenas un par día después de conocer la apertura del expediente sancionador de Competencia, se convertió en un OMV convencional, lo que requirió que todos sus usuarios tuvieran que reemplazar sus respectivas tarjetas SIM -previo pago de su importe, la llegada del 4G y la desaparición de algunos servicios (como el uso ilimitado de WhatsApp o el roaming sin sobrecostes).
Aun así, ambos operadores no se han librado de ser sancionados por Competencia. En concreto, FreedomPop tiene que hacer frente a una multa de 25.000 euros, que finalmente se ha reducido a 15.000 euros.
En el caso de Parlem, la compañía fue multada inicialmente con 50.000 euros aunque, finalmente, la sanción que debe abonar se queda en 30.000 euros.
La razón de esta rebaja en la multa es que ambos operadores reconocieron su responsabilidad y procedieron al pago de la sanción propuesta por la Comisión.
No obstante, a pesar de su reconversión a OMV tradicional, no se puede decir que FreedomPop haya sabido encontrar su sitio en el mercado español. Además de esta multa de Competencia, la compañía ha tenido que hacer frente a una importante fuga de clientes después de fulminar su plan gratuito, su principal reclamo y valor diferencial.
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