La novela comunitaria de Movilesdualsim

Desde la azotea del edificio Madrid había una vista preciosa de la plaza, con su estupenda fuente de mármol y los jardines de diseñador, que hacían un contraste de lo mas interesante con la Iglesia Santa Maria de los Montes. La manana se antojaba un poco lúgubre para estar entrando ya al verano, pero es lo que hay en estos días de cambio climático.

Allí, con los prismáticos listos, estaba Andres, observando atento al punto de encuentro para la entrega del móvil.

- Es la hora - dijo en el auricular, cuando las campanas comenzaron a sonar.

1...2....3.... - No te parece que suenan extrañas hoy Maia - Dijo Andres ...4...5...6... - Pero que cosas dices - Respondio Maia -...7...8...9... -Allí va el objetivo, todos a sus puestos - Se oyó a través de los auriculares- ... 10,11,12...
- 12! Te dije que sonaban extrañas Maia
- Calla, y atento a tu trabajo, so tonto

-Doce,Maia, doce...lo sabía, sabía que no teníamos que haber aceptado este trabajo.¿pero que hacemos aquí?Nosotros no sabemos nada sobre esto. Con lo bien que estaba yo en el huerto plantando lechugas...- decía Andrés, mientras un chorretón de sudor frío le caía entre las cejas.
- Esto ya lo hemos hablado mil y una veces, la granja se cae a pedazos,mi madre no se va a curar gratis...las medicinas cuestan mucho.Y tú como buen mentecato que eres has perdido hasta el miserable empleo que tenías...o aceptas que lo vamos a hacer...o ya sabes lo que nos espera.La jefa no acepta un fracaso, ¡Atento!.Hay demasiado en juego.
-Ya, pero son doce, ¡Y son las once!.Ya sabes que significa esa hora para nosotros, no puede traer nada bueno...doce...

Capítulo II