Chistes...

– Una gringa, casada con un latino, llega a la corte de justicia y con su acento peculiar, le dice al juez:
– “Vengo a poner un demanda contra Juan Latino”.
– “¿Y cuál es la razón por la que usted lo quiere demandar?”, pregunta el juez.
– “Señoría, este mal hombre traerme a este país con engaños”.
– “Dígame, ¿cómo fue que la engañó este señor?”
– “Usted saber que a nosotras las ‘American women’ gustarnos mucho el coffee and donnas, y el mal esposo ofrecerme que cuando vivir en este país, él darme mucho coffee and donnas, pero resulta que no darme nada”.
– “Bueno”, ordena el juez, “traigan a declarar al demandado”.
– La policía judicial va y prende al sujeto y lo lleva ante el juez:
– “Dígame señor, ¿usted ha engañado a esta señora?
– “¡No, señoría, nunca la he engañado!”, enfatiza Juan.
– “Pero ella le acusa de haberle ofrecido ‘coffee and donnas’ para traerla a este país; y desde hace un año que vive con usted, no le ha cumplido en nada.


– “Señoría, acá hay un malentendido: yo lo que le ofrecí fue que si se venía conmigo, a mi país, todos los día le daría unas buenas C O G I D O N A S, y sabe, como todo un caballero le he cumplido a toda ley”
 
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Estaban en una disco un hombre y una mujer conversando, el hombre en evidente afán de conquistar a la mujer.
Cuando la charla se hizo más intima y comenzaron a besarse el hombre le dijo:
– “¿Sabías que puedo hacer el amor 20 veces en una misma noche?”
La muchacha abre los ojos bien grandes y se le escapa una sonrisa, entonces le contesta:
– “Si es cierto, ¿Qué estamos haciendo aquí? Vamos ahora a tu casa”
Llegados a la casa del hombre, comienzan a desvestirse pero el hombre le dice que más allá de la intimidad le gusta mantener la luz apagada.
La chica accede y comienza una larga noche, pasaron una, dos, tres horas.
La chica, con curiosidad, enciende de golpe la luz encontrándose con otro hombre.
Entonces la chica le pregunta:
– “Y el dueño de la casa ¿Dónde está?”


– “¡Afuera, cobrando entrada!”
 
Un hombre se encontraba de compras, cuando de pronto descubre una nueva marca de “Condones Olímpicos”.
Impresionado, compra una caja.
Al llegar a casa, le anuncia a su mujer la nueva adquisición:
“Condones olímpicos?”
Ella le pregunta:
“¿Y, qué tienen de especial?”.

“Vienen en tres colores” contesta él, “Dorado, Plata y Bronce”.
“Y qué color te vas a poner esta noche?” pregunta ella.
“Oro, por supuesto” dice el marido orgullosamente.
La esposa le responde :
“De verdad?, ¿por qué no usas el de Plata?


Sería bueno que alguna vez terminaras EN SEGUNDO LUGAR
 
Una mujer se va de vacaciones al caribe y deja su gato en casa de su hermano para que lo cuide mientras dure su viaje.
Al cabo de una semana lo llama por teléfono y le pregunta:
– Hola hermano, como esta mi gato ?
– Pues… la verdad, se ha muerto esta mañana, atropellado por un camión.
La hermana se cabrea y le cuelga, pero vuelve a llamar la semana siguiente y le echa la bronca a su hermano; increpando por ser insensible, que donde tiene su sentido común, y que por que no ha empezado diciéndole algo así como que el gato estaba subido en el tejado y no lo podían bajar…
Bueno, el caso es que se despiden y al cabo de otra semana vuelve a llamar.
– Hola hermano, que tal ?
– Bien…
– Y mamá?, Cómo esta mamá ?

– Pues… verás, se ha subido al tejado y no la podemos bajar…
 
Un hombre llega a su empleo el día lunes por la mañana con los dos ojos morados.
Su jefe se sorprende de ver el estado en que llegaba y le pregunta :
José, ¿qué te ha sucedido?, porque vienes con el rostro morado
El hombre respondió:
– Mire jefe el día de ayer domingo estaba en misa, y cuando nos pusimos de pie, noté que a la señora que yo tenía enfrente, la falda se le había metido entre las nalgas, así que lo saqué.
Ella se volvió furiosamente y sin decir una sola palabra me dio un puñetazo en un ojo.
– Ah, ya veo, pero ¿y el otro ojo?

Bueno, es que como ella se había enojado, puse la falda donde estaba…
 
Tres presidentes (Trump, Putin y Peña Nieto) están desnudos en la sauna de la casa blanca, discutiendo cuál será la estrategia a seguir para derrotar al terrorismo y al narcotráfico.
De repente, se escucha un timbrado, Trump se toca el antebrazo y el sonido cesa.
Los otros se le quedan mirando perplejos. – Es mi receptor de mensajes, – comenta Trump.
Tengo un microchip bajo la piel de mi brazo.
Minutos más tarde, un teléfono suena.
Putìn acerca la palma de la mano hacia su oído. Cuando termina de hablar, él les explica:
– Es mi teléfono móvil. Tengo un microchip en mi mano.
Peña Nieto, sintiéndose totalmente fuera de lugar y escaso de tecnología, se sale de la sauna.
A los pocos minutos, regresa con un pedazo de papel higiénico colgando de su trasero.
Trump y Putìn se quedan atónitos, sin habla.
A lo que Peña Nieto les explica:


– Estoy recibiendo un fax.
 
Estaba el marido con su esposa en su casa cuando sonó el teléfono.
¡Riing, riing, riing!
Levanta el caballero el teléfono y dice:
– Aló, aló, aló, sí, ¿Cómo? ¿Cómo?, no, no, no, aquí estamos en Atlantilandia.
Y cuelga el teléfono.
Al momento la dama que estaba escuchando le pregunta:
– ¿Quién era amor?
Y él le contesta:

– Era alguien que llamaba y que creía que estaba en Arabia, porque me preguntó que si habían moros en la costa.
 
Se encontraban tres hombres sentados alrededor de una mesa en un bar hablando de sus esposas…
El primer hombre dice:
“Creo que mi esposa está teniendo una aventura con un electricista.
Ayer cuando llegué a casa me encontré con un par de alicates y un poco de cinta aislante detrás del radiador en el dormitorio.
No hemos realizado ningún trabajo en la casa, y no se me ocurre otra razón por las que las herramientas estuvieran allí “.
El segundo hombre dice:
“Creo que mi esposa está teniendo una aventura con un carpintero.
Anoche me encontré con un cinturón de herramientas en el cesto de la ropa, y no hemos tenido renovaciones en la casa en años…”
El tercer hombre dice:
“¡Estoy en la misma situación, pero creo que mucho peor que ustedes…
Mi esposa está teniendo una aventura con… (se detiene y hace un gesto dramático) ¡un caballo!
” Los otros dos hombres lo miran sorprendido.
“¿Te has vuelto loco?, ¿De qué diablos estás hablando?”
El tercer hombre dice:


“Es muy sencillo, chicos, cuando ayer llegué a casa, encontré a un jinete escondido
 

Del blog

¿Ha terminado la locura de añadir tantas cámaras a los móviles?

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