Chistes...

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Era un borrachito que llega tarde a su casa después de un fin de semana de parranda, y ya muy pasado en copas.Su esposa lo recibe enfurecida y le pregunta:

-Porque llegas en esas condiciones y tan tarde. a lo que el borracho le responde:


-Y que quieres, no es culpa mía ni del alcohol es por el tomate.

– Còmo por el tomate? -le dice su esposa.

-Si, responde el borrachito es que me decían no te vayas. Tómate una, tómate otra, tómate la última puro tómate, puro tómate toda la noche.
 
Un borracho va por una calle, y empieza tratar de meter la llave en un poste de luz creyendo que era su casa.

Un vecino se asomó por la ventana de su casa y ve al borracho, y piensa en jugarle una broma.


El vecino le dice al borracho:

¡Señor, en esa casa no hay nadie!

Y el borracho le contesta:

¡Cómo no, si la luz del segundo piso está encendida!
 
Andaban dos compadres pescando, uno de ellos se encuentra una botella flotando, y al destaparla sale un genio.
Por haberme ayudado te concederé un deseo.
¿Ah, sí? ¡Quiero que toda el agua del lago se convierta en cerveza!
Al instante, toda el agua se convierte en cerveza y el compadre le dice:
¡Ahora si que nos jodimos, compadre! ¡Vamos a tener que orinar en el bote!
 
Un borracho entra a un bar y le dice a su compañero:

– ¡Ojalá que todas esas bebidas las tiraran al fondo del mar!
– ¿Por qué?- ¿Estás en alcohólicos anónimos?

– ¡No, yo soy buzo!
 
Iban dos borrachos por una vereda cuando de pronto decidieron subirse a un autobús.

Sólo había dos sitios así que los tomaron.

Cuadras después subió un marino con uniforme blanco.

Los borrachos empezaron a discutir, uno pensaba que era heladero y el otro el cobrador del autobús.

Uno de los borrachos sacó dos monedas del bolsillo y le dijo:

Oiga, deme dos helados de fresa, el marino se molestó mucho y los empezó a gritar y les dijo:

Yo tengo 7 años sirviendo a mi patria y no quiero que un par de borrachos me confundan, porque yo soy teniente de la marina.

Los borrachos se miraron confundidos, en eso uno de ellos se paró y le dijo al otro:

Oye, párate que creo que nos hemos subido a un barco.
 
Llega un borracho recién salido de la taberna, y al llegar a su barrio se queda totalmente quieto con las llaves en la mano…

Se acerca un hombre y le dice:
-Que está esperando?

A lo que el borracho responde:
-Si, como todas las casas dan vueltas estoy esperando que pase la mía.
 
El DIRECTOR del MANICOMIO sale de su despacho y llama a un par de LOCOS:

– Ustedes dos, vengan a mi oficina a LIMPIARLA, que después yo los llevaré a tomar unos REFRESCOS.

El director sale y los deja solos, después de 15 minutos regresa a su oficina y observa que uno de los locos está COLGADO de la LÁMPARA del techo y el otro sigue BARRIENDO.

– ¿Oye, qué haces colgado de la lámpara?

– Es que yo soy la lámpara.

– Bájate, para ir a comprar refrescos. – le pide con cautela el director.

Sale de la oficina con el LOCO, y el que estaba barriendo los sigue.

El director lo ve y le pregunta:

– ¿Por qué nos sigues?, regresa y sigue barriendo.

– ¿Cómo quieres que siga barriendo en un lugar tan oscuro si te LLEVASTE la LÁMPARA?
 
Toda angustiada, una mujer se dirige con su amiga y le comenta que el gato que compró la tiene harta.

La amiga le sugiere deshacerse de él dejándolo en el basurero municipal.

Al día siguiente, la mujer regresa nuevamente triste.

Intrigada, la amiga le pregunta que qué había pasado con el gato y ésta le contesta:

– “¡El maldito gato volvió a la casa y no se perdió!”

– “Esta vez vas al basurero y más adelante vas a encontrar un lago; dale dos vueltas y déjalo en el árbol que está junto al lago.

Verás que el gato no vuelve más a tu casa”.

Al día siguiente llega nuevamente triste:

– “¡El maldito gato regresó a la casa!”

– “Bueno, esta vez te vas al basurero y sigues hasta el lago; le das dos vueltas y llegas al árbol; pasas por el puente y te metes por el túnel que hay allí.
Al salir, bajas las escaleras que te llevan al zoológico; das treinta pasos y sales por la puerta de emergencia; lo dejas en el pozo y verás que el gato no vuelve más a la casa”.
Al otro día cuando llega la amiga, curiosa la mujer le pregunta:
– “¿Qué pasó?”

– “Si no es por el maldito gato… ¡Me pierdo!”
 
Van dos borrachos por la calle y dice uno:

– ¿Apostamos a que la primera palabra que dirá mi mujer, cuando me vea, será “amorcito”?

– ¿Cómo puede ser? Mírate, estás borracho, sucio.

– No importa. ¿Apostamos un litro de whisky?

– Pero yo conozco a tu mujer, es una fiera.


– No importa. ¿Apostamos?

– Está bien, apostamos.

Llegan a la casa del hombre y tocan la puerta:

– ¿Quién es? -, pregunta la mujer detrás de la puerta.

– ¡Soy yo, mi amorcito!

– Amorcito?!!!! ¡Que te mueras !!!…
 
En una reunión en casa de unos amigos, una dama le pregunta a otro invitado:
¿Qué edad me calcula usted?
Y él responde:
Si me fijo en su cutis, 18 años. Su cabello me dice que tiene 17. Los ojos corresponden a una muchacha de 20…
La dama, encantada, comenta:
¡Oh! ¡Que amable es usted!
Pero él continúa diciendo:
¡Un momento, aún me falta sumar!
 

Del blog

¿Ha terminado la locura de añadir tantas cámaras a los móviles?

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