Chistes...

Unos amigos van caminando por la calle y uno dice:
Compadre, mire esa belleza de mujer.
¡Y pensar que antes me perseguían!
¿De verdad? ¿Y ya no?
No!
¿Por qué?
¡Porque ya no robo carteras!
 
Corregir a la ordinaria – Chistes de amigas

– Se reúnen 3 amigas a contar cuántas veces sus novios les habían hecho el amor, y la primera dice:

– Mi novio me hizo el amor 2 veces…

La segunda dice: – Mi novio me lo hizo 4 veces…

Y la tercera que era más ordinaria, dice: – Mi novio me folló 5 veces!!

– Las amigas le dicen: – Uy nooo cielo… tienes que cambiar ese vocabulario! … .

– Mejor cuando volvamos a hablar de nuestros novios, vamos a decir ‘me cocino un huevito’ ¿ok? –

Al día siguiente se reúnen y la primera dice:

“anoche mi novio me cocino un huevito…”

– La segunda dice: “anoche mi novio me cocinó 3 huevitos…

– Y la ordinaria dice: -Mi novio no me cocino ningún huevito, pero se pasó la noche lamiendo la cacerola.
 
Campamento de amigos

Cuatro amigos habían estado yendo al mismo campamento durante muchos años.

Dos días antes de que el grupo partiera, la esposa de Pepe le dijo que de ninguna manera él iría al campamento.

Los amigos de Pepe estaban muy incómodos con esa noticia, pero nada podían hacer.

Dos días más tarde, los tres amigos llegaron al campamento y se dieron con la sorpresa de encontrar a Pepe en el campamento, con la carpa ya levantada, con una buena cantidad de leña y con la cena casi lista.

“¡Vaya, vaya, hombre!

¿Cuándo llegaste y cómo hiciste para convencer a tu mujer que te dejara venir?”

Les cuento.:

He estado aquí desde ayer.

Ayer en la noche estaba yo sentado en mi sillón favorito y mi esposa se apareció por mi espalda, me puso sus manos sobre mis ojos y me dijo,

‘¿Adivina quién soy?'” .

Retiré sus manos y vi que sólo llevaba un baby doll nuevecito.

Ella tomó mi mano y me llevó a nuestro dormitorio, que estaba iluminado solo por velas y tenía pétalos de rosa por todos lados.

En la cama, ¡ella había colocado esposas y cuerdas!

Me dijo que la atara y le coloque las esposas unidas a la cama, así que eso fue lo que hice.

Cuando terminé de atarla, ella me dijo,

“¡Haz lo que se te dé la gana!”

¡Así que, aquí estoy!
 
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Un hombre se acerca a una compañera de trabajo, aspira una profunda bocanada de aire y le dice:
– ¡Qué bien huele tu pelo!.
Al día siguiente sucede lo mismo.
– ¡Mmmm! ¡Qué rico huele tu pelo!
La mujer muy disgustada va a la oficina del jefe y le dice:
– Ya no aguanto, quiero poner una queja contra un compañero de trabajo por acoso sexual.
El jefe escucha la historia y muy sorprendido le dice:
– Pero, ¿por qué le molesta que su compañero le diga que su pelo huele bien?
Y le contesta la mujer muy enojada:
– ¡Porque el sinverguenza, es enano !
 
Náufrago atrapado en isla por 10 años

Un hombre viaja en un barco, días después, el barco se encontró con una tormenta y se hunde.

Flotando a duras penas, agarrado a un pequeño pedazo del mástil consiguió sobrevivir hasta que fue arrastrado a una isla desconocida.

El problema es que la isla era desconocida y ningún barco se le acercaba. Pasaron 10 años en la isla, y el náufrago estuvo solo todo este tiempo, hasta que un día, de repente, nota una mancha inusual en la distancia.

Ciertamente no es un barco, piensa para sí mismo. Ningún barco ha venido nunca.

A medida que la mancha se acerca más y más, el hombre descartó la posibilidad de que sea un bote pequeño o incluso una balsa.

De repente, emergiendo de una ola aparece una hermosa mujer rubia que usa equipo de buceo y un traje de neopreno.

Ella se acerca al hombre, que no puede creer lo que ve. Ella le dice que tiene un bote cerca, y que estaba haciendo unas inmersiones por el lugar.

La mirada del pobre hombre le hace sentir una gran ola de lástima por él.

Dime, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que fumaste un cigarrillo?, Le pregunta al hombre.

Han pasado 10 años, responde.

Con eso, la mujer se acerca y se desabrocha un bolsillo impermeable en la manga izquierda y saca un paquete de cigarrillos.

El hombre toma uno, lo enciende y da una larga calada. “¡Hombre, esto es bueno!” Dice, suspirando de placer.

“¿Y cuánto tiempo ha pasado desde que tomaste un sorbo de bourbon?”, Pregunta la mujer.

Temblando, el náufrago explica que también han pasado 10 años. Efectivamente, la mujer se acerca, se desabrocha la manga derecha y saca un frasco.

El hombre lo abre y toma un trago. “Este es el mejor día de mi vida”, dice, sonriendo.

La mujer comienza a desabrochar su larga cremallera que recorre la parte delantera de su traje de neopreno y mira al hombre seductoramente.

“Ahora, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que te has divertido realmente?”, Pregunta seductora.

Con lágrimas en los ojos, el hombre cae de rodillas y solloza.

“¡Dios mío! ¡No me digas que tienes un juego de Twister ahí dentro!
 
Envío de flores equivocado.

Un nuevo negocio estaba siendo inaugurado y uno de los amigos de los dueños quisieron enviar flores para celebrar la ocasión.

Las flores llegaron al sitio del nuevo negocio y el propietario leyó la tarjeta, que decía:

“Descanse en Paz”.

El dueño estaba muy furioso y llamó al florista para quejarse.

Después de que él le había dicho al florista de los errores obvios y de qué tan molesto estaba, el florista dijo:

– Señor, siento mucho el error, pero en vez de enojarse le pido un poco de comprensión.

Y porque debería de comprender su error.

Porque en estos momentos se está celebrando un funeral llevándose a cabo hoy y ellos tienen las flores con una nota que dice:

“Felicitaciones por tu nueva ubicación”.
 
El Ingeniero y el sapo

Un ingeniero estaba cruzando una ruta un día, cuando un sapo lo llamó y le dijo:

– “Si me besas, me volveré una hermosa princesa”.

El ingeniero se inclinó, tomó el sapo y se lo metió en el bolsillo.

El sapo volvió a hablar, y dijo:

– “Si me besas para que me vuelva una hermosa princesa, me quedaré contigo durante una semana”.

El ingeniero sacó el sapo del bolsillo, le sonrió y lo volvió a meter en el bolsillo.

Entonces el sapo gritó:

– “Si me besas y me vuelvo una hermosa princesa, me quedaré contigo y haré CUALQUIER cosa que quieras”.

Otra vez el ingeniero sacó el sapo, le sonrió y lo devolvió al bolsillo.

Finalmente el sapo preguntó:

– “¿Qué pasa? Te dije que soy una hermosa princesa, que me quedaré contigo por una semana y haré lo que quieras. ¿Por qué no me besas?”

El ingeniero dijo:

– “Mirá, soy un ingeniero. No tengo tiempo para mujeres, pero un sapo que hable: ¡¡eso si que es interesante!!”
 
Charla en el avión con tierna niña

Un hombre estaba sentado en el avión al lado de una tierna niña, miró a la niñita y le dijo:

– Charlemos, he oído decir que los vuelos parecen menos largos si uno conversa con la persona que tiene al lado.

La pequeña, que acababa de abrir un libro para ponerse a leer, lo cerró lentamente y dijo con voz suave:

– ¿Sobre qué le gustaría conversar?

– Pues no sé… ¿Qué tal de ‘física nuclear’? le dice el en tono burlon y le mostró una gran sonrisa.

– Bueno, ése parece ser un tema interesante, dice la niña pero antes déjeme hacerle una pregunta…

Un caballo, una vaca y un borrego comen lo mismo: hierba...

Pero por qué el excremento del borrego es como bolitas pequeñas, el de la vaca es una pasta y el del caballo parece una pelota de pasto seco. ¿Por qué cree usted que sucede eso?

El hombre visiblemente sorprendido por la inteligencia de la niña, lo pensó un momento y le dijo :

– Hummm…. no tengo ni idea.

La delicada y dulce niña contestó:

-De verdad se siente calificado para hablar de física nuclear, ¡cuando no puede hablar ni de mierda!
 
Explorador en una tribu

Había un explorador que estaba estudiando una tribu, pasado un tiempo la esposa del cacique salió embarazada, había dado a luz un bebé blanco…

El cacique jefe de la tribu, se le queja al explorador y le dice:

– Oye mi esposa a tenido un bebe blanco y yo ser negro, mi mujer ser negra y mi tribu ser negra, aquí el único blanco ser tu .

Y el explorador le contesta

– Señor es que a veces pasa así, ve ese rebaño de ovejas, todas son blancas excepto una que es negra.

Y el cacique responde

– Ok, yo no contar nada de tu!! ser padre de mi hijo y tu no decir nada que yo ser padre de oveja negra
 
El gaucho confundido

Un viejo gaucho, vestido tradicionalmente, con bombacha, faja, sombrero, botas y espuelas, entra a un bar y ordena una bebida.

– Mientras estaba sentado bebiendo su caña, una joven se sienta a su lado y después de ordenar su trago se vuelve hacia el gaucho y le pregunta:

– ¿Es usted un gaucho de verdad?

– Bueno, he pasado toda mi vida en un rancho, enlazando vacas, domando caballos, esquilando ovejas, alambrando y yendo de yerra en yerra.

Por todo ello, creo que soy un gaucho de verdad.

– Después de un rato, el gaucho le pregunta qué es ella, y ella responde:

– Yo soy lesbiana. Paso el día entero pensando en mujeres; me despierto en la mañana pensando en mujeres, cuando estoy comiendo pienso en mujeres, bañándome pienso en mujeres, viendo TV, todo me hace pensar en mujeres.

– Un rato después ella se marcha y el gaucho ordena otra bebida.

Una pareja se sienta a su lado y le preguntan:

– ¿ Es usted un gaucho de verdad ?

Yo siempre pensé que lo era, pero recién me acabo de dar cuenta que soy una lesbiana.
 
Mi primer condon

– Me acuerdo de mi primer condón, fue cuando tenía 14 años.

Fui a comprar un paquete de condones.

– La empleada de la tienda era muy bonita, y se dio cuenta de que yo era completamente novato en esas cuestiones

. – Me entregó el paquete y me preguntó si sabía cómo usarlos.

Yo le contesté con sinceridad, – “No”.

– Ella abrió el paquete, tomó uno de los condones y se lo puso en el pulgar.

Me dijo que me asegurara que quedara ajustado y seguro.

– Yo, aparentaba confusión.

Ella revisó la tienda, estaba vacía. – Me dijo,

– “Espérate un minuto”, se dirigió a la puerta y la cerró con llave.

– Tomándome de la mano, me llevó a la trastienda, se desabotonó la blusa y se la quitó…

Se desabrochó el sostén y se quitó la falda.

Me preguntó, – “¿Te sientes excitado?”

– La verdad es que yo era tan bobo, que todo lo que pude hacer fue asentir con la cabeza.

– Me dijo que era hora de ponerse el condón.

– Mientras yo me lo ponía, ella se quitó las braguetas y se acostó en el escritorio.

– “Anda”, me dijo. “No tenemos mucho tiempo”.

– Fue fantástico; desafortunadamente no duré mucho, y en unos cuantos minutos todo había terminado.

– Se me quedó mirando y me preguntó:

– “¿Te pusiste el condón?”

– “Claro”, le dije, mientras le enseñaba el pulgar…
 

Del blog

¿Ha terminado la locura de añadir tantas cámaras a los móviles?

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