Chistes...

– Tres cazadores habían seguido por mucho tiempo la pista de un animal muy raro que tenía un piel hermosa y muy cara.
Chistes de animales
– Finalmente lograron obtener información importante sobre este animal. Descubrieron que sólo salía de su escondite una vez cada 10 años, de noche, y que se asustaba muy fácilmente.
– Cuando llegaron al lugar donde supuestamente iba a salir el animal hicieron el trato de que pasara lo que pasara no iban a gritar ni hacer ruido.
– Así que se escondieron los 3, cada uno por su lado. Después de varias horas de espera oyeron un ruido, y vieron al extraño animal, y esperaron el momento ideal para disparar.
– Justo cuando lo tenían en la mira, uno de ellos sale corriendo y gritando. El animal por supuesto se escondió, y van los otros dos cazadores donde estaba el asustado, lo encuentran sudando y con la respiración agitada y le preguntan que había pasado, y el les responde:
– “Pues estaba yo agachado y que me sale un león.”
– “¿Y saliste corriendo y gritaste?”
– “No, me acordé de nuestro trato y me aguanté y no me moví, pero después que me sale una serpiente venenosa.”
– “Y entonces por eso saliste corriendo ¿no?”
– “No, también me aguanté, pero después de la serpiente llegaron dos ardillas y se me metieron al pantalón.”
– “¿y eso te asustó?”

– “No, me asusté cuando las oí, “¡Nos las comemos aquí o nos las llevamos a la casa!
 
Un piloto cae a una isla, los lugareños le indican que la única forma de no meterlo a la olla (eran canibales) era pasando tres pruebas…
La primera debía consumir 20 litros de vino en 10 minutos, luego cortarle la melena a un león que estaba hambriento y por ultimo satisfacer a una ninfómana en diez minutos.
El piloto, hombre decidido como pocos, entra a una casa y sale a los diez minutos completamente borracho luego de consumir todo el vino…
Siguiendo las indicaciones ingresa a la segunda casa y luego se escuchaba gritar al hombre y rugir al león, luego gritar al león y rugir al hombre, este sale a los diez minutos herido y lleno de sangre, completamente borracho balbucea:

– ¿Dónde coño está esa mujer a la que hay que cortar la melena?
 
Se encuentran tres viejos amigos en un centro comercial después de no verse durante mucho tiempo, después de conversar un rato uno de ellos les propone:
Qué les parece si nos vamos de vacaciones y llevamos a nuestras esposas y hacemos intercambio de ellas como hacíamos con nuestras novias cuando estábamos en, la universidad.
De acuerdo dicen todos.
Se van de vacaciones y empieza el intercambio de esposas, así hasta que acaban sus vacaciones. .
Luego de un tiempo uno de ellos encuentra a uno de sus amigos y al verlo todo triste le pregunta.
– ¿Qué te pasa, porque tan triste?
Es que me puse a pensar que estuvo mal eso del intercambio de esposas que hicimos en las vacaciones.
-Por qué?

No me digas que llevaste a tu esposa!!!! .
 
¡Manolo, te has vuelto a olvidar otra vez!
– ¿De qué, Pepi?
– ¡Hoy cumplimos 5 años de casados!
– Pe… pe… pero, cómo me voy a olvidar de eso?
– Quiero que me lleves a cenar, a ver un buen espectáculo y a bailar.
– ¡Justamente era eso lo que había pensado!
– Está bien, quiero que me lleves al Gold Finger
– ¿Quéeee? ¿Estás loca? ¡Eso es un antro!
– ¡Manolo! ¡Quiero que me lleves ahí porque quiero conocerlo!
Y fueron… Apenas llegaron, el aparcacoches dijo:
– Buenas, ¿cómo le va caballero?
¡Me alegro de verlo otra vez!
La mujer saltó sorprendida:
– ¿Qué dice éste? Ha dicho que se alegraba de verte otra vez. ¿Has estado tú aquí?
– ¿Yo? ¿Pero estás loca? ¿En este antro?
Los porteros le dicen a todos lo mismo.
Estos lugares son así.
Llegaron ante el portero:
– Señor Murillo… ¡Qué alegría!
– Te ha dicho Señor Murillo… ¡Éste te conoce! – ¿Eh?…
¡Cómo no me va a conocer, si trabaja en el edificio de mi oficina. Es el electricista del edificio.
Ya dentro, los recibió Alex, el gerente:
– ¿Cómo está Doctor Murillo?
La mejor mesa, como siempre, ¿verdad?
– ¿Éste también es electricista en tu oficina, Manolo? ¡¡Te voy a matar!!
– No… eh… no, este señor me conoce porque es el que me vendió el monovolumen que te regalé…
– Manolo, me estás…
En ese momento apareció la vendedora de cigarrillos:
– ¡¡Mi Reeeeeeeeyy!! ¿Te doy tu Cohiba…?
La cigarrera se puso el habano entre los pechos:
– Mete la manita, mi amor, y saca tu habanito!
Pepi estaba a punto de matar a su marido cuando se apagaron las luces.
Por fin se sentaron y empezó el espectáculo.
– Apareció una mujer espectacular que empezó a hacer un striptease.
Y cuando se quedó sólo con el tanga se acercó a la mesa de Manolo y, muy sensualmente, preguntó a toda la concurrencia:
– Y ahora… ¿Quieeeeeeen me va a quitar el tanguitaaaaaaaa?
Todos los presentes cantaron a coro:
– ¡¡Se ve, se siente, Manolo con los dientes!! ¡¡¡Se ve, se siente, Manolo con los dientes!!!
Pepi no aguantó más.
Salió corriendo y se metió en un taxi.
Manolo la siguió y también entró en el vehículo.
La mujer empezó a pegarle y a tratar de tirarlo por la puerta.
– ¡¡Eres el hijo de bellísima persona más grande que he visto!!
Pepi se quitó un zapato e, histérica, comenzó a pegarle en la cabeza y a gritarle las palabras más feas que se sabía.
El taxista se dio la vuelta y dijo:

– Mire que hemos llevado mujeres locas, Don Manolo… Pero, como esta? ¡¡Ninguna!!
 
– En un concurso de aves les toca el turno a 3 extranjeros:
– El primero lleva un halcón le saca la capuchita y lo suelta a volar.
– A los pocos segundos el halcón estaba bastante alto, saca una pajita del bolsillo y la tira al aire, el halcón baja en picada alcanzando la velocidad de 120 Km. y logra recoger la pajita antes de que ésta caiga al suelo, le dan un puntaje de 8 puntos.
– Ahora le toca el turno al segundo, éste trae un águila real, le quita la capucha, la suelta a volar y cuando está bien alto, saca una pajita, la parte en dos y la tira al aire, el águila baja en picada a la velocidad de 160 Km. y logra recoger los dos pedazos antes de que toquen el piso, le otorgan 9 puntos.
– Le toca el turno al tercero, éste trae un lorito de su granja y se le escucha gritar:
– ¡Sácame ya esta porquería de la cabeza que no veo nada! – Cuando lo hace el loro se escapa a volar, cuando va muy alto el amo saca una pajita, la parte en tres y la tira al aire, el loro baja en picada alcanzando la vertiginosa velocidad de 240 Km., y cuando se va acercando al piso le grita al dueño: –

¡Tira más paja infeliz, que me mato!
 
Pedro charlaba con sus amigos en el bar y les cuenta los acontecimientos de la semana anterior.
El viernes anterior, después de trabajar, se quedó en un bar con sus compañeros de trabajo para tomar un trago…
Una noche que se convirtió en un fin de semana entero de fiesta.
Así que cuando regresó a casa, el domingo por la noche, tuvo que enfrentarse a la ira de su esposa.
– “Mi esposa no estaba muy contenta de que no apareciese por casa durante todo un fin de semana”, explica Pedro.
-“¿Qué te dijo ella?”, preguntan sus amigos.
– “Ella sólo se quejó porque mi ausencia le pareció una eternidad.
Después ella me preguntó cómo me sentiría yo si no la veía en dos o tres días”, dice Pedro.
– “¿Qué dijiste?”, se interesan sus amigos.
– “¡Le dije que estaría encantado!”, exclama Pedro.
– “¿Y ella se fue?”
– “Bueno, en realidad no se fue pero lo que sí es cierto es que no la vi en tres días…

Sólo al tercer día fue cuando mi ojo izquierdo se abrió un poco”.
 
– El niño Jorgito va a pasar las vacaciones con los abuelos…
Cierto día cuando se encontraba jugando con el abuelo le dieron ganas de hacer pipí, va un momento al baño, y a su regreso se le ocurre preguntar al abuelo:
– Abuelo, abuelo….¿Cuánto pesa mi pitito?
– Ehhh….. pues no sé, ….deberá pesar unos 8 gramos, Carlitos.
– Ah…..¿Y el de mi papá cuánto pesa?
– No sé´posiblemente alrededor de unos 40 a 45 gramos.
– ¿Y el tuyo, abuelo? ¿Cuanto pesa tu pitito?

– Mmm, pues la verdad, no sé, pero debe ser mucho, ¡porque hace bastante tiempo ni tu abuela ni yo lo podemos levantar!
 
En una granja, vivían un burro y una gatita, que disfrutaban jugando juntos…
Un día, el burro cayó en una ciénaga y empezó a hundirse.
Al verse en peligro de muerte, le pidió a su amiga gatita que fuera a buscar al granjero para que lo ayudara.
La pobre, corrió lo más veloz que pudo hasta la granja.
Buscó y buscó al granjero, pero no lo encontró porque había salido hacia el pueblo con el único tractor disponible.
Pero vio el nuevo BMW 523 inyection full del granjero. Como las llaves estaban dentro, la gata cogió una soga, la puso en el coche y arrancó, con la esperanza de salvar la vida de su amigo el burro, y llegó a la ciénaga.
El burro se sorprendió y a la vez se alegró de ver a su amiga llegando en el brillante BMW.
Se las arregló para aferrarse a la soga que le tiró la gatita.
Después de atar el otro extremo en el paragolpes del auto, la gata puso primera y arranco.
Despacio y con la ayuda del poderoso auto, logró rescatar a su compañero.
Feliz y orgullosa, la gata devolvió el BMW a la granja, antes de que volviera el granjero.
Ambos animales se convirtieron en los mejores amigos.
Unas semanas más tarde, en una desgracia la gatita cayó en un pozo bastante profundo.
A los maullidos limpios, llamó al burro para que lo ayudara.
El burro pensó y pensó. Dio una vuelta al pozo luego, puso las patas delanteras en una orilla y las traseras en la otra, y le pidió a la gatita que se agarrara de su “miembro” y así podría sacarla del pozo.
Ella se agarró fuerte, fuerte y el burro dio un salto y pudo rescatarla con éxito.
Y…….¿¿ La moraleja…?? !!!!

Si la tienes grande como la de un burro, no necesitas un BMW para levantar gatitas”
 
– Dos viejitos estaban en el patio de su casa tomando café y de pronto la viejita le pega un sopapo fenomenal al viejito que lo tira al piso, le hace volar la gorra, los anteojos y el café.
– El viejito, arrastrándose, va juntando cosa por cosa y, balbuceando, hace una pregunta:
– “Pero vieja… ¿Por qué hiciste esto?”
– A lo que la viejita responde:
– “¡Por 50 años de mal s3xo!”
– Siguen tomando café y al rato el viejito, que se había quedado pensativo, le encaja un bofetón a la vieja que la desparrama por el piso, se le cae el café, la galletas, la servilleta, pierde los anteojos, se le sale la dentadura y mientras va recogiendo todo pregunta:
– “Y ahora viejo, ¿por qué me pegas?”
– El viejito, sin mirarla, le contestó:

– “¿ Dónde aprendiste la diferencia ?”
 
– En un pabellón en construcción se hallaba una hormiga acicalándose, poniéndose guapa.
– Pasó por allí otra hormiguita y le preguntó:
– ¿Qué haces? ¿Por qué te acicalas tanto?
– ¡Calla, calla!, contestó nerviosa la primera.

– Es que al mediodía, he oído decir a los obreros, que ésta tarde llega el HORMIGÓN.
 

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