Con navidades y reyes a la vuelta de la esquina vamos a atrevernos a responder esta pregunta directamente desde la experiencia, llevo 2 semanas probando la Xbox Series S y estoy listo para contaros con lujo de detalle sus pros y sus contras para que puedas tomar una decisión acertada sobre si comprar o no esta consola o directamente subir el escalón y pasar a la Series X o una PS5.
Tabla de contenido
Hace poco mi única consola era la la Stadia pero cuando se anunció su cierrte me quedé con un sabor agridulce – no es que sea de jugar mucho pero si me gusta tener algo con lo que echar una partida al menos una o dos horas semanalaes. Una vez conocida la noticia y a sabiendas de que pronto no podría seguir jugando cómo me había acostumbrado, desde cualquier dispositivo, empecé a buscar alternativas que ofreciesen una experiencia similar y para mi sorpresa encontré algo mejor – El Game Pass.
Game Pass
Xbox ha sabido hacerse a si misma un hueco en el complicado mundo de las consolas, evolucionando consola tras consola empujando la siguiente generación a niveles inimaginables en una sana competencia con Sony – no tendríamos los gráficos ni la calidad de videojuegos actuales si no fuese por esta batalla de titanes.
En medio de ese tira y empuja, Microsoft parece haber acertado una estocada mortal a la competencia en una modalidad que todavía se nos hace difícil de asimilar a muchos jugadores, la era de de la suscripción y el juego en la nube – pagas como si de netflix se tratase y juegas sin el juego físico, de hecho, puedes jugar en streaming directamente desde sus servidores y si te gusta el juego, descargarlo y jugarlo directo desde la consola para la mejor experiencia posible, ellos lo saben, no hay forma de rivalizar con un renderizado local al menos de momento.
Es esta flexibilidad unida a una cuota reducida que va desde los 9,99€ a los 12,99€ al mes por el Pass Ultimate y la versatilidad de poder jugar desde un ordenador, móvil o la misma consola lo que han hecho que sea a día de hoy y en la humilde opinión de quien escribe esto, un servicio sencillamente imbatible – no tiene rival.
Dicho esto – se que veníais a leer sobre la Xbox Series S, pero no podemos desconectar nuestra pequeña de el hecho de que sin esta suscripción perderíamos muchísimo del valor que podemos darle a esta – recordemos que no es una consola con unidad de disco, todo lo que juguemos debemos o bien descargarlo de la tienda de entre los juegos pagos o gratuitos (si, hay juegos gratis) o bien jugar directamente en la nube haciendo streaming hacia nuestra consola al mas puro estilo de Stadia.
El Game Pass lleva la Xbox Series S a un nivel superior al permitirnos jugar cuanto queramos y cómo queramos incluso sin sacrificar gráficos dado que su hardware es inferior al de su hermana mayor la Xbox Series X, todo esto por muy poco dinero.
Puedes pagar una suscripción mensual o dedicarte a jugar los juegos que hayas comprado o los gratuitos que se van actualizando a medida que más desarrolladores apuestan por juegos gratis donde puedes comprar mejoras.
Emulador retroarch
Uno de los aspectos que hacen más interesante la Xbox Series S es la presencia del modo desarrollador, una funcionalidad que permite ejecutar código de terceros en un modo aislado y con ciertas limitaciones de los recursos disponibles pero con suficiente potencia y eficiencia para transformar a la Xbox Series S en una bestia de la emulación.
Puedes instalar copias de seguridad de todos tus videojuegos de casi cualquier consola hasta la Play Station 2 y jugarlos tan fluidos como si se ejecutasen de forma nativa, esto se debe al poderoso APU que integra la Xbox Series S, un chip a medida desarrollado por AMD dentro de la arquitectura Zen2 y el resto de hardware con el que cuenta el equipo, incluida su rápida memoria RAM y el disco SSD.
Lo mejor de todo es que no necesitas modificar la consola, Microsoft te permite darte de alta como desarrollador y una vez configurado todo, instalar Retro Arch directamente en el equipo.
Pros
Muchos tenemos la mala costumbre, y me incluyo, de creer que más siempre es mejor, y hay casos cómo en el de la Xbox Series S donde el hecho de no ser las consola más puntera le ha posicionado muy ventajosamente en el mercado. Esto se debe a varios factores que vamos a analizar.
Potencia
Es el apartado donde supuestamente flaquea la Xebox Series S, pero su potencia es la suficiente para ejecutar juegos con excelente calidad en 1440p. SI no tienes una tele 4K o te da igual no jugar a estas resoluciones, con la Xbox Series S podrás jugar los mismos títulos en tu televisor a 60 0 120 FPS según la optimización del desarrollador.
Debes de saber que tanto la Xbox Series S cómo la Xbox Series X funcionan con un procesador de 8 núcleos AMD Zen 2 personalizado, la Series S a 3.6 GHz (o 3.4 GHz con subprocesos múltiples) mientras que la Series X a 3.8 GHz (o 3.6 GHz con subprocesos múltiples).
Donde realmente existe una diferencia notable es en el apartado gráfico, donde la Series S cuenta con 20CU a 1,565 GHz de potencia gráfica RDNA 2 que se traducen en 4 Tera Flops, mientras que su hermana mayor tiene 52 CU a 1,825 GHz de potencia RDNA 2 que la eleva a 12 Tera Flops.
La potencia extra de la Xbox Series X sirve principalmente para que en la práctica podamos jugar títulos en 4K con mucha calidad, incluyendo ray tracing y otras tecnologias punteras, la Xbox Series S tiene que sacrificar un poco el apartado de ray tracing (pocos juegos lo admiten para esta) y poco más, el resto permanece casi inmutable cuando se ha hecho una buena adaptación y optimización dentro de la plataforma.
De hecho, puedes jugar en 4K escalado desde tu Xbox Series S sin problema, y se ve escandalosamente bien.
Diseño
La Xbox Series S es pequeña y bonita, encaja perfectamente con lo que colocarías al lado de tu televisor en el salón, no afea, por el contrario da un toque moderno y llamativo, y además no ocupa prácticamente espacio. La Xbox Series S mide 275x150x64 mm y pesa 1,9 kg – en mi opinión es a día de hoy la consola más bonita que puedes comprar.
Consumo
Menos potencia implica menos consumo, la Xbox Series S te ayudará a ahorrar un poco en la factura si la comparas con su hermana mayor.
Precio
Entramos al apartado donde la Xbox Series S no tiene rival, su precio – para que os hagáis una idea, he comprado la mía por 226€ nueva desde Ebay – no hay otra consola con estas características que podamos conseguir pagando lo mismo o al menos una cuantía similar.
Promociones cómo esta son bastante frecuentes y puedes aprovecharlas por ejemplo en el venidero Black Friday.
Disponibilidad
A estas alturas no es secreto para nadie que tanto Sony como Xbox están teniendo problemas para abastecer la demanda de consolas a nivel mundial, la Series S es una excepción pues puedes encontrarla en tienda física sin problema y escapar de esta forma de la cadena de especulación que se ha creado entorno a la Play Station 5 y la Xebox Series X.
Contras
No podemos hacer una análisis completo sin contar las cosas que no nos gustan tanto de la Xbox Series S, un ejercicio muy necesario para que podáis tomar una decisión acertada sobre cual será la próxima consola que compréis.
Menos potente
No es la más potente, si eres de los que les gusta jugar a 4K en calidad máxima los últimos juegos AAA entonces deberías esperar un poco y comprar una Xbox Series X o la Play Station 5.
Sin lector de discos
No cuenta con lector de discos, por lo que si tienes una colección de juegos físicos de generaciones anteriores desde la Xbox a secas hasta la Xbox One, que sepas que si te compras la Xbox Series X podrás jugarlos todos por su gran retrocompatibilidad – esto no es así con la Xbox Series S.
Poca popularidad entre los desarrolladores
Hace poco un desarrollador desató una enorme polémica por criticar abiertamente el hardware y las limitaciones de la Xbox Series S, pues según su opinión hay juegos que no están desarrollandose con todo el potencial posible porque Microsoft obliga a sacar el mismo título en ambas consolas.
Si bien puedo no estar de acuerdo con el desarrollador, ya que más bien diría que es falta de recursos (o interés) para optimizar los lanzamientos para que se desempeñen lo mejor posible en ambas consolas, es un hecho innegable que la existencia de diferencias tan notables obliga a duplicar el trabajo en ciertos apartados – algo que alguna casa desarrolladora hace mejor que otra.
La potencia de una consola no debería limitar la capacidad de desarrollo para otra, si esto es así, muy probablemente se estén tomando decisiones poco adecuadas dentro de las empresas desarrolladoras de videojuegos que podrían afectar la calidad de lo que nos pueda llegar en un futuro a nuestras Xbox Series S.
Conclusiones
Para cerrar, quiero que os quedéis con la idea de que la Xbox Series S no está aquí para competir con la Xbox Series X ni la Play Station 5, es simplemente una alternativa muy económica y llamativa que ha posicionado a Microsoft en un mercado muy interesante y grande, el de los que no queremos dejarnos un sueldo entero en una consola de videojuegos pero si queremos tener algo con lo que divertirnos en casa.
Este no pretende ser un debate sobre lo potente que es una u otra consola si no sobre las capacidades reales que puede llegar a tener si se optimizan los recursos para maximizar el desempeño de un juego en este hardware, el resultado es sencillamente maravilloso para ser una consola que se puede comprar entre los 200 y los 300€.
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