Chistes...

  • Comienza la música y un ciudadano, que se ha tomado ya unas cuantas copas, atisba a una señora elegantemente vestida de negro, al otro lado del salón. Tambaleante, se acerca a ella y le dice muy educado:
    – Madame, ¿Me concede el placer de este baile?
    – No
    – ¿Y por qué no?
    – Pues por cuatro motivos:
    Primero, porque usted está borracho.
    Segundo, porque esto es un velatorio.
    Tercero, porque el Ave María no se baila.
    Y cuarto porque madame será su madre. ¡Yo soy el cura!
 
Va Superman con un súper calentón sobrevolando la ciudad, pensando en que hacer para bajarse ese hjnchazón. A esto que ve en el tejado del palacio de la justicia a wonder woman desnuda y abierta de piernas.
Superman pensó, esta es la mía, bajo a super velocidad le hago uno rapidito y nunca se enterará de que ha pasado.
Total que baja y todo ocurre en menos de un segundo, y de esto wonder woman se incorpora y dice.
- pero que coño a sido eso?
Y dice el hombre invisible.
-No lo sé, pero me ha dejado el culo ardiendo.
 
Me ha picado el Nacho Vidal de los mosquitos.
CpRIFpSWEAAH34o.jpeg
 
Un hombre va paseando por una playa solitaria cuando de pronto escucha una voz profunda: CAVA!
Mira a su alrededor. No hay nadie. Piensa, vaya, tengo alucinaciones.
Al momento, otra vez la voz: HE DICHO QUE CAVES!
El hombre empieza a cavar con las manos en la arena y enseguida encuentra un cofrecito con un pequeño candado mohoso.
La voz profunda: ABRE!
El hombre piensa, bueno, vamos a abrir esto. Ve una roca y le pega un peñascazo con ella al candado. Cuando consigue abrir el cofre está lleno de monedas de oro.
La voz profunda dice: AL CASINO!
Mmmm...bueno, el casino está a unos kilómetros...El hombre coge el cofre y se va andando al casino.
La voz profunda dice: RULETA!
El hombre cambia todo el oro en un montonazo de fichas y se va a una de las mesas de ruleta ante la mirada estupefacta del resto de jugadores de la mesa.
La voz profunda dice: 27!
Él coge la pila de fichas y las pone todas en el 27.
Todo el mundo se calla y mira con atención y nerviosismo. El croupier lanza la bola: fisssssss tacatacatacataca ta ca ta ca ....ta. La bola se para en el 26.
La voz profunda dice: MIERDA!
 
En un hogar geriátrico, los ancianos deciden hacer un evento humanitario, se reúnen y uno de ellos dando el ejemplo dice:

– Cuando yo muera donaré mis ojos.

– Otro viejito dice:

– Yo quiero donar mi hígado

. – Y así, cada uno de los hombres que se encuentran en la reunión van diciendo lo que quieren donar cuando se mueran, hasta que le llega el turno a mi abuelo Julián.

– Todos quedan en silencio y finalmente mi abuelito dice:

– Cuando yo muera, donaré lo que más he querido en mi vida: donare… ¡mi pene!.

– El coordinador de la reunión se levanta de su silla, y aplaudiendo dice:

– Que gesto tan maravilloso, que generosidad, que desprendimiento… demos todos un gran aplauso a don Julian…

– Todos los presentes se ponen de pie, aplauden, y con el fin de hacer más cálido el homenaje, empiezan a gritar en coro:

– ¡Que se pare!, ¡⋅Que se pare!, ¡Que se pare!, ¡Que se pare!…

– Mi abuelo agradecido y esbozando una gran sonrisa Dice:

– Un momento muchachos; ¡Que si se para, no lo dono!
 
Eran dos pescadores, hermanos gemelos, uno soltero y el otro casado.

El soltero tenía una lancha de pesca, ya vieja, que era la herramienta con la que lograba su sustento.

Un día, muere la esposa del hermano casado y, como las desgracias no vienen solas, la lancha del hermano soltero se va al fondo del mar.

Una viejecita del pueblo, curiosa , va a darle el pésame al viudo.

Pero confunde a los gemelos y se dirige al que ha perdido la lancha.

– Recién me enteré. ¡Qué pérdida enorme! Debe ser terrible para ti.

Si, estoy destrozado, contesta el pescador, pero es preciso enfrentar la realidad.

Debo reconocer que estaba ya vieja. La rajadura de adelante estaba tan grande que ya no había con qué llenarla y el agujero de atrás se agrandaba más cada vez que la usaba.

Además estaba deformada al medio y no se le podía quitar el olor a pescado. La parte de atrás estaba bastante caída y las curvas de adelante casi habían desaparecido.

Pero yo me siento culpable porque se la prestaba a cuatro amigos para que se divirtieran; les pedí que la usaran con cuidado, pero se montaron los cuatro a la vez y ella no aguanto.

La viejita cayó muerta de un infarto!!!
 

Del blog

Es tendencia

¿Ha terminado la locura de añadir tantas cámaras a los móviles?

  • Si

  • No

  • No lo se

  • Ya me gustaría...

  • Ya te gustaría...


Los resultados solo son visibles tras votar.
Atrás
Arriba